Presentación
En este libro, sencillo y breve,
tengo el gusto de ofrecer al lector mi predicación en la novena a María
Inmaculada, que tuve el honor de dirigir a los feligreses de la Parroquia
de Santa Ana, en Cervera del Río Alhama (La Rioja). En esta segunda edición, la
celebramos hace ya bastante tiempo (2003) y para mí constituyó una ocasión
magnífica de hablar de María Santísima –cosa siempre tan grata a quien ame a la
Madre de Dios-.
Aquellos días me brindaron la
oportunidad de centrar más mi vida espiritual en torno a María, secundando así
el querer del Señor Jesús cuando nos la dio por Madre al pie de la Cruz. En
efecto, María –como escribió el Papa Juan Pablo II en la Encíclica Redemptoris
Mater- ha de ser nuestra Madre espiritual, introduciéndola como Juan
en la casa interior, en lo más íntimo y querido a nosotros.
¡Hablar de María, predicar de
ella!... ¡Glorificar a Dios por las maravillas que ha obrado en su esclava,
la mujer siempre creyente y entregada a Dios por completo!... ¡Qué tarea tan fascinante!,
¡qué privilegio tan grande para aquellos que hemos hecho de la propia vida una
entrega alegre y esperanzada en la Iglesia de Dios, a fin de servir lo mejor
posible en la fascinante aventura de la salvación de los hombres!...
Suena a cosa tradicional en la
Iglesia ese dicho: ¡De Maria, nunca bastante!... Sí, nunca se
ponderará adecuadamente la santidad y el esplendor de la santidad de María.
Verdaderamente, nunca destacaremos todo cuanto merece ser ensalzada la Doncella
de Nazaret. Nunca glosaremos bastante el cúmulo de gracias y maravillas que
Dios ha obrado en ella, que tan generosa y fielmente le sirvió siempre, sin
reservarse jamás nada para sí...
Reviviendo en la memoria aquellos
días transcurridos en Cervera, todavía recuerdo el fervor del pueblo fiel a
María, sus incesantes muestras de cariño para con la Madre de Dios, su oración
ferviente y enardecida, sus cantos alegres y vibrantes... También recuerdo su
nostalgia del pasado: cuando Cervera estaba más poblado; cuando por sus calles
corrían alegres y bullangueros los más pequeños; cuando en sus casas vivían
tantos jóvenes, que daban pie a soñar con un futuro espléndido... También
añoran –como en todos lugares- las manifestaciones de una fe más vibrante y
convencida, el testimonio connatural y valiente de los cristianos persuadidos
de la verdad de su salvación en Cristo. Igualmente, sienten nostalgia de aquel
fervor mariano, que movía a tener tantos y tantos detalles de amor con la
Señora; y que impulsaba a realizar tantos y tantos sacrificios para obsequiarla
convenientemente. Lo hacían seguros de la fe y del amor que profesaban. Y,
seguros de que así agradaban y glorificaban a Dios.
En contra de lo que algunos
pudieran considerar, como si el amor a María estuviera llamado a menguar en la
Iglesia de Dios, o a desaparecer en los tiempos modernos, nosotros somos de la
opinión totalmente contraria. ¡María sigue siendo amada en nuestros días, y
necesitamos muchísimo de su ayuda e intercesión maternal!... El amor a María
está llamado a ser un medio providencial, puesto en las manos de Dios, para que
los hombres de nuestro tiempo vuelvan a Dios, y en Él alcancen la felicidad y
la salvación que tanto anhelan.
Sin duda alguna, cuando la crisis
de fe, y la fuerte descristianización, se hacen notar en tantos ambientes y
realidades de nuestro tiempo, el amor a María será fermento y catalizador para
que los hombres y mujeres de hoy vuelvan a Dios. Y, con María, Estrella de
la mañana y Auxilio de los cristianos, en comunión con todos los
cristianos, llevaremos a cabo la nueva evangelización del mundo, en el tercer
milenio del cristianismo.
De la mano de María, Medianera
en Cristo de la gracia, vendrán a la Iglesia de Dios las vocaciones que
tanto necesita para proseguir su misión salvífica en medio de los hombres. De
su mano, Refugio de los pecadores, florecerán las conversiones para que
todos en Cristo tengamos Vida, vida verdadera, que salta hasta la vida
eterna (cf. Jn 10,10. 4,14).
De María, por su ayuda maternal, como Reina de las familias, Dios
suscitará familias santas, pequeñas iglesias domésticas que,
transformadas con el fermento evangélico, renueven y revitalicen la Iglesia de
Dios y el entero tramado de la sociedad. Con la ayuda de María, Reina de la
paz, Dios bendecirá a la humanidad, que se debate en mil conflictos e
injusticias, con el inestimable don de la paz, obra del amor, de la verdad, de
la justicia y de la libertad.
Y así en todo, pues todas las
gracias que Dios comunica a los hombres, y
a su Iglesia, pasan por las manos de María, Medianera universal de la
gracia. Ella, Madre de Dios Hijo y Reina del universo, ¿qué
no podrá, que no hará en favor nuestro, cuando ha sido llevada al cielo en
cuerpo y alma, precisamente para esto, para ayudarnos más y señalarnos el
camino que conduce a las eternas moradas?...
Ella con su estilo de vida –y
unida a su Hijo- es ese camino, pues no en vano el Maestro y Redentor de los
hombres dijo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6). ¡Quiera, pues, Dios que
este libro sirva para conocer más a María y estimularnos en su amor!... ¡Quiera
Dios que estas páginas nos sirvan de estímulo en nuestra entrega a Dios, de
forma que recorramos con paso firme y presuroso, al tiempo que lleno de
entusiasmo y de alegría, el camino de nuestra santificación!
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
¿QUIÉN ES
MARÍA?
María, criatura de Dios, entregada a su
amor
Madre Inmaculada, Toda Santa
El anuncio de la Encarnación del
Hijo de Dios
María, entregada
incondicionalmente a Dios: cumplir su voluntad
María es la llena de gracia
Estamos llamados a ser santos,
como María
Cumplir la voluntad de Dios, como María
SANTIFICAR LA VIDA ORDINARIA
En diálogo
amoroso con el Señor
Sencillez de la vida de María
En qué se diferencia la Virgen
Cómo fue la vida de María
Podemos amar más: transformar la
vida ordinaria
Qué hacer para santificar la vida
ordinaria
REINA DE LA FAMILIA
Crisis y atentados contra la
familia: María reina de las familias cristianas
Solicitud pastoral del Papa en
favor de la familia
Vocación matrimonial y familiar
de María: importancia de la familia
Llamados a vivir el verdadero
amor conyugal y familiar
La familia, iglesia doméstica:
escuela de oración y de apostolado
VIRGEN DE LAS VÍRGENES
Vocación de María a la virginidad
Valor
actual de la virginidad
La virginidad vivida por amor al
Reino de los cielos
MADRE DE DIOS
La salvación ya realizada
María creyó y se entregó a Dios
María es Madre de Dios
También es nuestra Madre,
y Madre de la Iglesia
Pasemos por el Corazón de María
MADRE DE LA
IGLESIA
Orar a María por las vocaciones
Cristo, la Iglesia y el cristiano
Seamos miembros vivos de Cristo,
vivamos en gracia
María, Madre de la Iglesia: su
modelo y tipo
Amar a la Iglesia: María, como Madre buena, vela por
ella
MADRE DE LOS CRISTIANOS
María ha de ser nuestra Madre
espiritual: entrar en su Corazón
Tratar filialmente a María, como
hijos pequeños
Amando a Dios y a María, vivamos
como hermanos
Tener trato íntimo con María:
imitarla
MARÍA ES CORREDENTORA
¿Por qué María es corredentora?
Cómo cooperó María en la obra de las Redención
María siempre
vivió para Jesús
María en el misterio salvífico
del Redentor
María, la primera redimida y
corredentora
María es nuestra Abogada, Auxiliadora,
Mediadora
MARÍA, REINA DEL CIELO
Una mujer ha
sido coronada en el cielo
La triple lucha del cristiano
para alcanzar el cielo
María estrella
del cristiano: cargar con la cruz de Cristo
¿Por qué fue coronada María?
Mereció ser coronada
Vencedora del demonio: Ella es
nuestra Reina
Acto
de consagración a María
BIOCURRICULUM
FONDO EDITORIAL
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