ORAR
Y CAMBIAR EL MUNDO
Tenemos el gusto de ofrecer al lector
este libro con las enseñanzas del Santo Padre Francisco.
Gira en torno a dos polos: la oración y la transformación del mundo, en orden a hacerlo más humano y
habitable, para reparar las heridas causadas por las injusticias y atropellos
de los derechos de la persona humana, que es vulnerada en su dignidad sagrada e
inviolable.
En la primera sección, hemos centrado
nuestra atención en la vertiente espiritual de la persona. La segunda parte se
centra en la pandemia del coronavirus, y sus efectos letales sobre los seres
humanos: cientos de miles de personas fallecidas y millones de personas
contagiadas, con todo lo que eso ha supuesto de sufrimiento y dolor.
En definitiva, son dos polos que –como
siempre se han caracterizado-, podríamos tildar: la dimensión trascendente del ser humano y su proyección temporal.
El hombre y la mujer no se entienden si
no es a partir del misterio de Dios, nuestro Creador y Redentor. Tal como
enseñó el concilio Vaticano II, “Cristo revela el hombre al hombre” (Gaudium et spes, 22). Es decir, quien aspire
a encontrarse consigo mismo, con su propia verdad existencial y vacacionado a
la vida ultraterrena, ¡sólo en Cristo puede hallar las respuestas que anhela!,
pues como enseñó san Agustín: “Nos hiciste para Ti y nuestro corazón está inquieto
hasta que descansa en ti” (Las Confesiones, 1, 1)”.
Y si hemos de proyectar nuestros
espíritus hacia el único Dios verdadero (Uno y Trino), revelado por Jesucristo,
no es precisamente para evadirnos de este mundo –como dijera Karl Marx en su
clásica frase: “La religión es el opio del hombre”-, sino para construirlo en
justica y fraternidad, en paz y amor, bases de una nueva civilización, a medida del hombre, no contra el hombre.
La razón es sencilla: el amor a Dios es
inseparable del amor al prójimo. Lo enseñó con suma clarividencia y rotundidad
el Salvador del mundo, Jesucristo, cuando fue preguntado sobre el principal de
los mandamientos de Dios al ser humano: El
más importante es: «Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus
fuerzas. El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay
otro mandamiento mayor que estos. Y el escriba le dijo: Muy bien, Maestro;
con verdad has dicho que Dios es uno, y no hay otro además de Él; y
que amarle con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las
fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y
los sacrificios (Mc 12, 30-34).
A ese fin, humildemente, quiere
contribuir este libro.
PRESENTACIÓN
A. FRANCISCO,
MAESTRO DE ORACIÓN
I. EL MISTERIO DE LA ORACIÓN
La oración es el aliento de
la fe
La súplica de Bartimeo, ciego
de nacimiento
Jesús escucha nuestra oración
Orar con fe y amor
II. LA ORACIÓN DEL CRISTIANO
Todos los hombres oran
La oración es un misterio
Mayor misterio en la vida
cristiana
Orar confiadamente
Pedimos a nuestro Padre
Entremos en el corazón de
Dios
III. EL MISTERIO DE LA
CREACIÓN
Por la Creación llegamos a Dios
Orar contemplando la Creación
Admirar las maravillas de
Dios
La oración lleva a la
esperanza
Para transmitir alegría
IV. LA ORACIÓN DE LOS JUSTOS
Orar para vencer la tentación
Cuando el mal penetra en el
corazón…
Ante la fuerza del mal
La oración abre a la
esperanza
Orar para frenar el mal y
salvarnos
La oración es poderosa
La oración nos salva
V. LA ORACIÓN DE ABRAHAM
Hombre de oración
Se fió de la palabra de Dios
Fiel a Dios
Orar para ser fieles a Dios
Tengamos experiencia de Dios
Abraham trató íntimamente con
Dios
Aprendamos: orar de corazón a
corazón
VI. LA ORACIÓN DE JACOB
Jacob y Esaú, dos hermanos
rivales
Su retorno a la familia
Lucha con Dios
Dios bendice a Jacob
Llamados a encontrarnos con
Dios
VII. LA ORACIÓN DE MOISÉS
Fue un fugitivo
Pero Dios lo eligió para
liberar a su pueblo
Fue un hombre de oración: ¿y
nosotros?
Su oración de intercesión por
el pueblo
Moisés nos anima a orar, a
interceder
VIII. LA ORACIÓN DE DAVID
Elección especial de Dios:
misión clave
Pastor de profesión, pastor
de Israel
Poeta de Dios
Profeta que anuncia a Cristo
Santo y pecador, perseguido y
perseguidor…
La oración salvó a David
La fuerza de la oración
IX. ELÍAS ORA A DIOS
Personaje misterioso
Hombre de fe: confesor de
Dios
De intensa vida de oración
Denunció el crimen de los
reyes
Dinamismo espiritual de Elías
Su ejemplo es valioso para
nosotros
X. LOS SALMOS, LATIR DEL SER
HUMANO
Palabra de Dios y vida
espiritual humana
Para aprender a orar
Oración del hombre real
Clamor del ser humano
Recogen el dolor de todos
¡Sabemos que Dios nos escucha!
XI. LOS SALMOS, ORAR BIEN
Contra la impiedad, piedad
No rezar falsamente: rezar
bien
Valor del Salterio
Orar por todo el mundo
Orar a Dios y amar al hombre
XII. JESÚS, HOMBRE DE ORACIÓN
Primera
oración pública del Señor
Siendo Justo, reza con los
pecadores
Cercanía del Señor, reza con
nosotros
El pueblo oraba: bautismo de
Jesús
Ora con el Espíritu y el
Padre: oremos con Él
XIII.
EL SEÑOR ORABA SIEMPRE
Diálogo
íntimo con el Padre
El misterio de la oración de
Jesús
Él nos enseña a orar
Orar siempre y retirados
Todo viene de Dios, y a Él
vuelve
XIV.
PERSEVERAR ORANDO
Es
necesario: el ejemplo de Jesús
No cansarnos de orar, con
humildad
¡No perder la esperanza!
Orar con confianza
XV. LA VIRGEN MARÍA, MUJER DE ORACIÓN
Siempre
oraba
En la Anunciación: sí a Dios
Disponibles para lo que Dios
quiera
La oración ayuda a ser
pacientes
María oró en todo momento
Abierta a Dios: Es nuestra
Madre
XVI. LA ORACIÓN DE LA IGLESIA NACIENTE
En
espíritu orante
Criterios de eclesialidad
Ideas equivocadas sobre cómo
hacer Iglesia
Motor de la evangelización
Para realizar la misión
La oración, constante en la
vida eclesial
XVII.
LA BENDICIÓN
Dios
bendice todo lo creado
Jesucristo, gran bendición de
Dios
Dios siempre es Padre que nos
ama
Dios nos ha enseñado a bendecir
¡No maldecir!
XVIII.
LA ORACIÓN DE SÚPLICA
Necesidad
humana
Enseñanza del Catecismo: somos débiles
Orar con toda la creación
Es lo propio de seres humanos
Aceptar nuestras limitaciones
y necesidades: Dios responde
XIX.
LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN
Unidos
a toda la humanidad
Interceder: ser
misericordiosos
Rezar por amor a los hombres
Pastorear, ayudar, a los
hermanos
ANEXO: Enseñanzas puntuales
sobre la oración
B. CAMBIAR EL MUNDO
I.
EMERGENCIA ACTUAL
La
pandemia del coronavirus: daños que causa
Remedio: fe, esperanza y
caridad
Sanar el mal: Jesucristo
El Señor sana todo
¿Cómo ayudar al mundo actual?
La Doctrina social de la
Iglesia
II.
LA PERSONA HUMANA Y SUS DERECHOS
La
vulnerabilidad humana y el heroísmo de algunos
Captar al ser humano en su
verdad personal
Evitar el individualismo, el
egoísmo
Dignidad de la persona:
derechos humanos
III. CUIDAR A LOS POBRES Y
MÁS VULNERABLES
El coronavirus y la
injusticia del mundo
Jesucristo se despojó: ayudar
a los necesitados
Consecuencias sociales de la
pandemia: preocupación
La vacuna del Covid-19
Cuidar a los pobres y más
vulnerables
IV. AMAR Y COMPARTIR LOS
BIENES
Mantener la esperanza ante
los problemas
Desigualdad humana: economía
y ecología heridas
Bienes existentes: al
servicio de todos
¡Estamos hechos para amar, no
para dominar!
Compartir los bienes: ¡seamos
mejores!
V. SALIR DE LA PANDEMIA
SIENDO MEJORES
Unidad y solidaridad
Solidaridad:
palabra un poco desgastada
Cuando la vida humana no
importa…
Rehacer
la unidad: Pentecostés
Solidaridad para vencer la
pandemia
VI. CORONAVIRUS: PROMOVER EL
BIEN COMÚN
Intereses y rivalidades: ¡lo
que importa es el amor!
Amar a los enemigos, no es
fácil
Promover el bien común
Bien común y política
VII. CUIDAR EL MUNDO
Cuidarnos unos a otros: a
todos
Cuidar
la casa común: contemplar
Recuperar la dimensión
contemplativa
Custodiar la Creación
Cuidar a los pueblos
indígenas, y demás personas
VIII. PARA SUPERAR LA CRISIS
Crisis sanitaria, social,
política y económica
El principio de
subsidiariedad: vertientes
Vulneración de la subsidiariedad
Implementar la subsidiariedad
Manifestaciones de
solidaridad
Soñemos con altura de miras
IX. ¡MEJOREMOS EL MUNDO!
El
mal ya estaba presente: vías de solución
El valor de cada persona
Sociedad enferma antes de la
pandemia
La normalidad del Reino de
Dios
Origen del mal: curar los
virus humanos
Trabajar en positivo