La familia, corazón de la nueva evangelización

Presentación

    Es sabido que la familia está en crisis. En los últimos decenios se ha desvirtuado la vida de innumerables familias, perdiendo de vista la realización de su vocación y fines específicos, hasta el extremo de «poner entre comillas» la misma institución y su pervivencia, en una sociedad que -sin cesar- se transforma a ritmo vertiginoso.

    La Iglesia es consciente de los problemas que afectan a la familia, de las dificultades que encuentra en la actualidad para realizar sus fines propios, y de los ataques frecuentes e intensísimos que sufre de parte de diversas instancias, caracterizadas por cierta virulencia hacia ella, así como por cierto espíritu secularizado y laicista.

    Juan Pablo II, a lo largo del Pontificado, ha prestado gran atención pastoral al matrimonio y a la familia, consciente de que en estas instituciones es donde se juega el futuro del hombre, de la sociedad, y de la misma Iglesia. Un momento importante fue la publicación de la Exhortación postsinodal Familiaris consortio (22-11-1981), para exponer la doctrina inmutable de la Iglesia acerca del matrimonio y de la familia, y tratar de frenar la crisis y peligros que los amenazan.

    De ahí su intento de esclarecer la verdad del matrimonio y de la familia: «La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura. Muchas familias viven esta situación permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar. Otras se sienten inciertas y desanimadas de cara a su cometido, e incluso en estado de duda o de ignorancia respecto al significado último y a la verdad de la vida conyugal y familiar. Otras, en fin, a causa de diferentes situaciones de injusticia se ven impedidas para realizar sus derechos fundamentales» (FC, 1a).

    El Pontífice, en la Carta a las familias (2-2-1994), que les dirigió con ocasión de la celebración del «Año internacional de la familia», señaló el rumbo a seguir en orden a superar la actual crisis de la familia: caminando hacia el Padre, siguiendo las huellas de Jesucristo, a impulsos del Espíritu Santo. Así lo puso de manifiesto: «El Apóstol, doblando sus rodillas ante el Padre, lo invoca para que conceda... ser fortalecidos por la acción de su Espíritu en el hombre interior (Ef 3,16). Esta fuerza del hombre interior es necesaria en la vida familiar, especialmente en los momentos críticos» (n. 7i).

    En orden a servir al bien de la humanidad, la Iglesia desea proclamar la verdad del matrimonio y de la familia, como camino de realización plena, pues la gracia de Cristo ayuda a los esposos en la realización de su vocación y cura las heridas del pecado. La Iglesia quiere servir al bien de las familias. Y está dispuesto a hacerlo con valentía, frente a las fuerzas tan activas en nuestros días que pretenden destruirla (cf. FC, 3). Mejorar la vida de las familias es el camino para mejorar la vida del mundo. Más si tenemos en cuenta, como advirtió Juan Pablo II en su viaje a Río de Janeiro para celebrar la Jornada mundial de las familias (4-10-1997), que «la familia es patrimonio de la humanidad».

    Hay que reconocer que el matrimonio y la familia pasan por momentos difíciles. Sin duda alguna, nuestro momento cultural es tiempo de prueba y de gracia. Ante la inmensa tarea a realizar (restituirles su dignidad y estima valiosa en una cultura contraria), es preciso avivar el amor a la familia, para de este modo trabajar generosamente en favor suyo. Se trata de una cuestión capital para el futuro de la humanidad: «¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia!», afirmó el Santo Padre en Familiaris consortio (n. 86e). ¡Los cristianos deben hacerse pregoneros y apóstoles del evangelio de la familia!

    Amar a la familia, trabajar en favor de la familia..., ¡qué tarea tan importante y decisiva! Sin duda alguna, urgente en nuestros tiempos. Más todavía, ante los desafíos que se ciernen sobre el mundo y la Iglesia en el tercer milenio. Por esto, como ha manifestado el Pontífice, la atención a la familia ha de constituir la tarea prioritaria en el trabajo pastoral de la Iglesia. Especialmente en orden a hacer operativa y eficaz la nueva evangelización.

    A este gran objetivo pretende contribuir este libro en el que se afirma el papel central de la familia en el actual empeño evangelizador de la Iglesia. En orden a hacer efectiva la nueva evangelización auspiciada, afirmamos el contenido del mensaje humanizante que habrá de transmitir, como verdad nueva y perenne del matrimonio y de la familia. ¡Es preciso anunciar con renovado vigor cuanto comprende la verdad del matrimonio y de la familia! ¡También reivindicar sus derechos y misión propia, tanto en la Iglesia como en la sociedad!

    Sí, la familia es el corazón de la nueva evangelización y de la civilización del amor y de la vida. Sus protagonistas, los fieles laicos: los cónyuges e hijos cristianos, que viviendo el Evangelio, serán sus mejores y auténticos transmisores.

    Intuiciones éstas que, con gran alegría, hemos visto confirmadas en las enseñanzas de los Obispos españoles. Nunca han faltado sus orientaciones y enseñanzas. No obstante, éstas han cobrado especial fuerza y actualidad por medio de la instrucción pastoral: La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad (27-4-2001). Nuestros obispos, en este documento, con audacia profética y gran valentía apostólica, proclaman la enseñanza constante de la Iglesia acerca del matrimonio y de la familia. Todo ello en orden al servicio del hombre y tutela de la vida humana, de lo que depende el mismo hombre y la civilización humana. Y, en esta misma línea han incidido –tratando de establecer pautas concretas de acción pastoral- por medio del Directorio de la pastoral familiar de la Iglesia en España (21-11-2003). Enseñanzas todas estas a las que remitiremos frecuentemente.

ÍNDICE

LA FAMILIA, CORAZóN DE LA NUEVA EVANGELIZACIóN

I- LA NUEVA EVANGELIZACIóN EN LA PERSPECTIVA DE LA FAMILIA

Premisas

La evangelización del matrimonio

La evangelización de la familia

- Crisis e identidad de la familia

* Causas de la actual crisis familiar

- La familia, servidora del hombre

- La familia evangelizadora

- Pastoral familiar

- El «evangelio de la familia»

- La familia: «escuela de vida cristiana»

Matrimonio y familia, núcleo esencial de la civilización del amor y de la vida

* El matrimonio

* La familia

La realización de los valores familiares

Construyendo la «civilización del amor y de la vida»

II- LA NUEVA EVANGELIZACIÓN DE LOS VALORES DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA

A) Preliminares

Hora crítica del matrimonio y de la familia

Resolver la crisis antropológica

La sexualidad

Los laicos

Solicitud de la Iglesia

B) Al servicio del amor y de la vida

Matrimonio y familia: institución divina y vocación del hombre

La ley natural, reguladora del matrimonio

La moral

Amor conyugal

Ascesis y amor conyugal

Falsificaciones del amor

Matrimonio y familia, comunidad de vida y amor

La familia al servicio de la vida humana

Sacramento del matrimonio

La familia: institución natural y derechos correspondientes

* Carta de los Derechos de la familia

C) Propiedades-cualidades del matrimonio cristiano

La realización de los valores familiares

Contravalores en perjuicio de la familia y de la sociedad

* Atentados a la unidad

* La paternidad responsable

* La educación de los hijos

D) Misión apostólica

Apostolado

La santidad de la familia

Necesidad de la gracia

Vocación y santidad

III- APLICACIONES PASTORALES

A) Aplicaciones generales

Ante la crisis del matrimonio y de la familia

La familia, forjadora de un «nuevo humanismo»

Dignidad del amor sexual: amor conyugal

Superar las «falsificaciones del amor»

Realizar la comunidad de personas

Educación en la castidad

Familia, servidora de la vida

Necesidad de afirmar el carácter «institucional» del matrimonio y de la familia

Familia y sociedad: recíproca dependencia

Merece la atención y ayuda de los poderes públicos

Derecho al trabajo y derecho a la familia

La familia, impulsora de los propios valores

Defender los «derechos de la familia»

Los medios de comunicación social al servicio de la familia

Realizar su vocación a la santidad

Necesidad de la «ascesis conyugal»

Importancia de este apostolado laical

B) Aplicaciones pastorales concretas

No es posible el matrimonio de homosexuales

Rechazo del divorcio

Atención a la preparación al matrimonio

La celebración del matrimonio

Matrimonio de bautizados no creyentes

Personas comprometidas en el apostolado familiar

* Obispos y sacerdotes

* Religiosos

* Laicos preparados

La pastoral familiar en casos difíciles

* Matrimonios mixtos y disparidad de cultos

Acción pastoral en situaciones irregulares

* Matrimonio a prueba

* Uniones libres de hecho

* Católicos unidos con mero matrimonio civil

* Separados y divorciados no casados de nuevo

* Divorciados casados de nuevo

* Los privados de familia

Dignidad del hombre y de la mujer

Promoción de los valores morales

Tomar conciencia de la riqueza humana y teológica del sacramento del matrimonio

En defensa de la indisolubilidad del matrimonio

Comprensión plenificante del servicio a la vida

Vivir en plenitud las exigencias de la ley moral

Superar la mentalidad «anti-vida»

Conocer los «métodos naturales» de regulación de la natalidad

Constituir consultorios familiares

La educación de los hijos

La gracia sacramental del matrimonio

Vocación a la santidad

Orar en familia

Escuela de caridad

Familia y opción por los pobres

Llamada a la conversión: sacramento de Penitencia

«Iglesia doméstica»

Familia y catequesis

El testimonio de la familia cristiana

Misión apostólica

Movimientos apostólicos

Planes pastorales

Nueva evangelización

San José, patrono de la familia en orden a la nueva evangelización

Tercer milenio

La familia, forjadora de una nueva cultura

Solicitud pastoral de los Obispos españo

Precio 19,00 euros