San Francisco y Santa Clara

Presentación

    Tenemos el gusto de presentar al lector este sencillo libro sobre las enseñanzas de san Francisco y santa Clara de Asís. Dos figuras íntimamente ligadas en el espacio y en el tiempo y, sobre todo, en la vida espiritual, viniendo a ser padre e hija espiritual en Cristo. Figuras, santos, de enorme talla y grandeza, que han constituido una de las páginas más elevadas en la teología espiritual y en la vida de la Iglesia a lo largo de toda la historia. También por su influjo en la posteridad, pues ambos dieron nacimiento a dos familias religiosas: la Orden de los Frailes Menores y la Orden de las Damas pobres de santa Clara. En torno a estos pilares fundamentales se asienta la Familia Franciscana, que tan diversas expresiones y riqueza de vida consagrada ha representado a lo largo de la historia, así como en el presente vivir de la Iglesia.

    A lo largo de las páginas que siguen a continuación, el lector podrá asomarse a beber de cerca las palabras de estos santos. Especialmente, de san Francisco, pues aunque él dejara escasos textos escritos, sus contemporáneos (Celano y san Buenaventura) testimonian su vida y las palabras que salieron de sus labios. En alguna ocasión, el lector podrá constatar cómo algunos textos se repiten –pocos-, o que se asemejan mucho entre sí. No es algo que se nos haya pasado desapercibido. Lo hemos recogido con una intención muy clara y pensada. Es cosa frecuente que cuando faltan textos escritos por los santos y fundadores –y más en este caso, pues han transcurrido ya casi mil años desde su paso por la tierra-, puedan suscitarse dudas acerca de la verosimilitud de los hechos narrados, o la verdad de las palabras que dijeron... No es éste el caso. De todos modos, no hemos renunciado a reiterar algún texto (en ocasiones prácticamente el mismo), para que el lector pueda considerar que, proviniendo de distintas fuentes y autores, sería muy difícil que no fueran reales tales hechos, o sus palabras, por el simple hecho de que coinciden sus biógrafos. Alguno, quizá, ateniéndose a esto, precisamente, podría aducir lo contrario, arguyendo que en la Edad Media el aprendizaje y la transmisión de los conocimientos era verbal, fundamentalmente por medio de la memoria. Nosotros participamos del primer criterio.

    De san Francisco –padre de la Familia Franciscana-, se dice mucho, y de grandísima riqueza. También es verdad que nos habría gustado más que no se hubieran perdido algunos de sus escritos, o que él mismo se hubiera animado a tomar la pluma, para así dejarnos un legado de doctrina y espiritualidad más rico y auténtico. Pero, claro, a los santos no se les puede pedir tanto. Sobre todo, cuando han transcurrido tantos siglos desde que dejara este mundo hasta nuestros días.

    Lo que sí nos ha causado cierta pena son los escritos referidos a santa Clara. En comparación con Francisco son mucho menos, y más pobres. Quizá por la misma índole de los tiempos, pues aun cuando en Clara la mujer medieval fue dignificada, todavía, en aquel tiempo, la mujer apenas si contaba en la sociedad civil, tampoco en la eclesiástica. Así, pues, los textos, palabras, traídos a colación de esta santa mujer son más bien escasos. No obstante, tienen un gran valor.

    Por otra parte, Clara no pretendió otra cosa que vivir con fidelidad el espíritu y el carisma de san Francisco, de modo que su paternidad y santidad de vida se prolongara en la vida de sus hijas clarisas.

    Sólo nos resta desear que el lector, a lo largo de estas páginas pueda sentirse más cercano en el tiempo –y, sobre todo, en el espíritu-, a estos dos grandes santos y fundadores. Esperamos que la lectura de estas páginas, y de sus enseñanzas, pueda nutrir la vida espiritual de tantos que buscan a Dios, que tienen hambre y sed de su Palabra, de su Amor y de su Vida. ¡Quiera Dios que jamás falten las vocaciones necesarias para proseguir el magnífico camino vocacional –su santidad de vida y testimonio- en la Iglesia actual y en las sucesivas generaciones!... Así Dios será más amado y glorificado. Y los hombres podremos ser más felices, y pasar por este mundo con la mirada siempre fija en la Vida venidera, ¡la vida dichosa y feliz, inmensamente feliz, y eterna del Cielo!

En el Monasterio de contemplativas clarisas del Santísimo Nombre de Jesús, en Cintruénigo (Navarra).

Índice
  • VIDA DE SAN FRANCISCO
  • VIDA DE SANTA CLARA
  • SAN FRANCISCO: 1-8
  • ACCIONES DE GRACIAS: 9-10
  • ALEGRÍA: 11-17
  • AMOR A DIOS: 18-23
  • ÁNGEL DE LA GUARDA: 24
  • APOSTOLADO: 25-28
  • CIENCIA: 29-30
  • CONFIANZA: 31-33
  • CONVERSIÓN: 34
  • CORRECCIÓN FRATERNA: 35-36
  • CRUZ: 37-38
  • DEMONIO: 39-41
  • DESPRENDIMIENTO: 42-43
  • DETRACCIÓN: 44-45
  • DIOS: 46-47
  • ENTREGA: 48-49
  • EUCARISTÍA: 50-53
  • FILIACIÓN DIVINA: 54-55
  • HUMILDAD: 56-74
  • IGLESIA: 75-77
  • LIMOSNA: 78-83
  • MORTIFICACIÓN: 84-89
  • MUERTE: 90-92
  • OBEDIENCIA: 93-104
  • ORACIÓN: 105-110
  • PERDÓN: 111-113
  • POBREZA: 114-142
  • PREDICACIÓN: 143-148
  • PUREZA: 149-150
  • RELIGIOSOS: 151-158
  • SACERDOTES: 159
  • SACRAMENTO DE LA PENITENCIA: 160-162
  • SAGRADA ESCRITURA: 163
  • SANTIDAD: 164-167
  • SUFRIMIENTO: 168-171
  • VANAGLORIA: 172-175
  • VIDA CONTEMPLATIVA: 176-180
  • VOLUNTAD DE DIOS: 181-183
  • Precio 7,00 euros