El sacerdocio ministerial instituido por Jesucristo en la tarde del Jueves Santo, es una muestra portentosa del amor de Dios por su pueblo santo: Él elige a hombres de este pue¬blo, para conferirles por la unción del Espíritu el sacer¬docio de Jesucristo, y así perpetuar a lo largo de la histo¬ria los misterios salvíficos de la Redención, para salvación de los hombres.
El sacerdocio es esencial a la Iglesia, ya que la confi¬gura y estructura tal como Jesucristo la instituyó. Se comprende pues que, a lo largo de su historia bimilenaria, el sacerdocio haya vertebra¬do su existencia. Felizmente, con la celebración del concilio ecuménico Vati¬cano II, se ha superado aquella mentalidad que identificaba la Iglesia con el estado sacerdotal y religioso, como dejando al margen al laicado. La afirmación de que todos son Iglesia, que todos los bautizados participan de una igual digni¬dad y vocación, constituye hoy un punto indiscutido en la conciencia del Pueblo de Dios. Efectivamente, todos los bautizados son Iglesia, todos corresponsa¬bles en su misión.¬.. Pero el que esto sea así no resta bri¬llo alguno al sacer¬docio ministerial. Al contrario, lo sitúa en su autén¬tico marco, ya que es llamada al servicio, vocación excelsa...
Por tanto, respecto a la teología clásica, el sacerdocio conserva intacto su valor, su dignidad sacramental (¡el hombre es transformado en Cristo, para obrar los misterios de Dios en medio de los hom¬bres!). Incluso me atrevería a decir que con la celebración del Concilio (que trató profundamente el sacerdocio en los Decretos Presbyterorum Ordinis y Op¬tatam totius), la refle¬xión teológica-doctrinal sobre el sacerdocio ha quedado notable¬mente enriquecida, alcanzando nuevos matices y perspectivas.
En esta vertiente se comprenden las enseñanzas de los anteriores Pontífices, Pablo VI y Juan Pablo II, que, en varias ocasiones, manifestó su atención prioritaria por los sacerdotes. Esta preferencia no quedó reducida a mera declaración de principios: así lo testimonia la atención personal a los sacerdotes, sus enseñanzas cons¬tantes a lo largo y ancho del mundo. Benedicto XVI sigue prodigando iguales cuidados pastorales en favor de los sacerdotes.
A este propósito he de manifestar que, hace tiempo, quedé fuertemente impresionado -¡y, maravillado!- por el magis¬terio sacerdotal de los Pontífices, especialmente de Juan Pablo VI y de Benedicto XVI. Ellos son los Pastores en cuya singladura se viene desarrollando gozosamente mi sacerdocio. A lo largo de sus pontifi¬cados he ido extractando sus discursos, reflexionando en torno a sus mensajes... Fruto de este trabajo ha nacido este libro, que divido en densos capítulos, a través de los cuales presento sistematizadas sus enseñanzas, acompañadas por mi reflexión personal que ha querido destacar algunos puntos de interés, al tiempo que armonizaba en unidad todo el conjunto.
Enseñanzas sistematizadas, por tanto, que han sido enriquecidas con los cánones del Código de Derecho canónico, promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25-1-1983 mediante la Constitución apostólica Sacrae disciplinae leges, y la publicación del Catecismo de la Iglesia católica, publicado mediante la Constitución apostólica Fidei depositum (11-10-1992). Enseñanzas pontificias que, en lo que al sacerdocio se refieren, han hallado su zénit en la Exhortación apostólica Pastores dabo vobis (25-3-1992) y el Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros (31-1-1994) -que regula y plasma en sabias concreciones la vida sacerdotal-, emanado por la Congregación del Clero con la aprobación de Juan Pablo II.
Este Pontífice destacó el sacerdocio como misterio de amor sobrenatural de Dios para con el hombre, vocación excelsa. El sacerdocio es también misterio sacramental que transforma al hombre en el mismo Cristo. El sacerdote, «hombre de Iglesia» y «apóstol de Cristo» está llamado a desempeñar un «ministerio» generoso. Para ello necesita vivir una intensa vida espiritual, con talante netamente sa¬cer¬dotal, que tendrá como punto de referencia obligado y fundamental la comunión con el Obispo en el seno del presbiterio. Su vida no es ajena al quehacer temporal de los hom¬bres: él es un hombre fuertemente comprometido con el mundo y los afanes nobles de los hombres, cual experto en humanidad en orden a conducirla a su plenificación en el Señor Jesús.
Benedicto XVI, construyendo sus enseñanzas sobre el sedimento del anterior y venerado Pontífice, ha puesto de relieve nuevos acentos. Así, por ejemplo, lo referente a la comunión eclesial que ha de caracterizar la vida del sacerdote. También la defensa de la honestidad de los sacerdotes, frente a ciertos escándalos sexuales protagonizados por algunos... Como bien es sabido, el Papa actual, sensible en extremo a todo lo referente a la liturgia, ha subrayado la importancia de la celebración de la Misa en la vida del sacerdote. También su entrega pastoral en la administración del perdón por medio del sacramento de la Penitencia. Y su contribución a la vitalidad del Cuerpo Místico de Cristo mediante el rezo de la Liturgia de las Horas.
Las consideraciones que se recogen tienen todo el fres¬cor y vitalidad del mensaje siempre nuevo del Evangelio. Del mensaje también de un Papa que no se ahorra esfuerzo alguno para llevar la luz de Cristo por el mundo entero, cual pere¬grino de la paz, mensajero que impulsa decididamente una nueva evangelización, que cale y permee profundamente la vida de los hombres.
Precisamente, en esta etapa de la historia, cuando a la Iglesia se le abren tan amplios horizontes, cuando emergen nuevos e importantes desafíos a su misión evangelizadora..., inmersos como estamos en el tercer mile¬nio de la era cristiana, los sacer¬dotes y seminaristas podrán renovar y avivar en estas páginas la conciencia del don recibido y de la mi¬sión que están llamados a desplegar para vida del mundo.
ÍNDICE
I. EL SACERDOCIO, MIS¬TERIO DE AMOR
Misterio sobrenatural
El don del sacerdocio
Vocacionado al amor
Fuente del sacerdocio
Ser sacerdotal
Fe y sacerdocio
Necesidad de una reforma sacerdotal
Esperanza
II. EL SACERDOCIO, VOCA¬CIÓN SOBRE¬NATU¬RAL
Vocación
Llamada de Dios, en la Iglesia
Vocación para la comunidad; no de la comunidad
Vocación excelsa
Vocación a la propia oblación
III. EL SACRAMENTO
Noción y sacramentalidad
Los grados del sacramento
El signo sacramental
Efectos del sacramento del Orden
Ministro y sujeto del sacramento del Orden
Sacerdotes en la Iglesia de Dios
Diáconos
* Diaconado permanente
Relación de los sacerdotes con los religiosos
Relaciones sacerdotes-laicos
Actitud ante el concilio Vaticano II
IV. EL SACERDOTE, IPSE CHRISTUS, LLA¬MADO A LA SANTI¬DAD
Identidad sacerdotal
Instrumentos de Cristo
Sacerdocio y Eucaristía
Cómo celebrar la Santa Misa
Sacramento de la Penitencia
Oración
Valor de la oración sacerdotal
Liturgia de las Horas
Oración personal y comunitaria
Oración y apostolado
Santidad sacerdotal
V. MINISTERIO SACERDO¬TAL
Ministerio e identidad sacerdotal
Ministerio sacerdotal
Naturaleza del ministerio sacerdotal
Finalidad del ministerio
Ministerio sacerdotal: importancia
Ministerio de la Palabra
Maestros de la verdad
Maestros de doctrina
Ministerio y gracia
Activismo
Escándalos de pederastia...
Sacerdocio común y sacerdocio ministerial
VI. APÓSTOL DE CRISTO
Caridad pastoral
Apóstol de Cristo
Celo urgente
Prioridades pastorales: vocaciones sacerdotales
El sacerdote ante la comunidad
Pastoral
Pastoral y culto divino
Movimientos apostólicos
Acción pastoral
Pastoral de la Confesión
Pastoral de enfermos
Pastoral familiar
Pastoral juvenil
Pastoral vocacional
Predicación sacerdotal
Dirección espiritual
Sacerdotes con corazón universal
Misiones
VII. VIDA SACERDOTAL
Vida sacerdotal
Unidad de vida
a) Sagrado celibato
* Celibato sacerdotal
* Celibato: paternidad espiritual
* Celibato y matrimonio cristiano
* Celibato sacerdotal y vocaciones
* El celibato en manos de María
b) Vida espiritual del sacerdote
* Vida espiritual
* Entrega
* Obediencia sacerdotal
* Disciplina
* Pobreza sacerdotal
* Humildad
* Dirección espiritual
* Ejercicios y retiros
El testimonio sacerdotal
VIII. PRESBITERIO Y FRATERNIDAD SACERDOTAL
Unidad con los Pastores y unidad de presbiterio
Relación Obispos-sacerdotes
Presbiterio
El consejo presbiteral
Fraternidad
Asociaciones sacerdotales
Escasez de sacerdotes y unidades pastorales
IX. EL SACERDOTE, COMPROME¬TIDO EN EL MUNDO
Sacerdotes en el mundo
Laicización del sacerdote
Secularización del sacerdote
Cuestiones temporales y compromiso sacerdotal
Trabajos seculares
Política y sacerdocio
Opción por los pobres
X. EL SACERDOTE, HOMBRE DE IGLESIA
Pertenencia eclesial
Perseverancia sacerdotal
Concilio y sacerdocio
Sacerdocio de la mujer
Sacerdocio y disciplina eclesial
Al servicio de la comunión
XI. FORMACIÓN PERMANENTE DE LOS SACERDOTES
Formación permanente
Formación teológica
Conferencias Episcopales y formación permanente
XII. SACERDOTES EN EL TERCER MILENIO
La entrada en el tercer milenio del Cristianismo
La Iglesia: su futuro depende de los sacerdotes
Los sacerdotes: predilección del Papa
Fidelidad sacerdotal
La evangelización en el tercer milenio
Sacerdotes para la nueva evangelización
Perspectivas de realización personal
María y el sacerdote
Epílogo: Mantengamos la esperanza