Como todos los pontificados, Benedicto XVI también nos está sorprendiendo muy gratamente, por cierto.
Quizá, más de uno, se sorprendió un tanto cuando fue elegido para el Supremo Pontificado, habida cuenta su edad tan avanzada. Él mismo fue el primer sorprendido.
Ya antes de ser elegido, cuando presentara su renuncia a la Prefectura de la Congregación de la Doctrina de la Fe a su predecesor, Juan Pablo II, pensando en vivir retirado en su Baviera natal, sus proyectos eran bien distintos: pensaba proseguir su labor teológica, mientra tuviera fuerzas para ello, además de gustar y cultivar su afición por la música…
Pero el Señor Jesús, Cabeza de la Iglesia, y el Espíritu Santo, alma que la vivifica, le sorprendieron. En efecto, en los inescrutables designios de Dios fue llamado a ser Sucesor de san Pedro, Príncipe de los Apóstoles y Cabeza visible de la Iglesia fundada por Jesucristo.
Desde que tomara en sus manos el timón de la Iglesia, el Papa nos ha sorprendido –mejor, regalado- con sendas Encíclicas. La primera, centrada en el amor de Dios para con los hombres, Deus charitas est (25-12-2005). Le siguió Spe salvi (30-11-2007), desplegando el núcleo de la esperanza cristiana. Luego vino Charitas in veritate (29-6-2009), desarrollando lo que es el amor cristiano hacia el prójimo, además de cuestiones sociales (progreso y desarrollo, ecología, solidaridad…).
También contamos con la Exhortación apostólica Sacramentum Charitatis (22-2-2007), que nos ofrece las tesoros de la liturgia cristiana, especialmente la Sagrada Eucaristía, como fruto de la celebración del Sínodo de Obispos.
Además de estos tesoros de fe y de sabiduría cristiana, el Papa Benedicto XVI nos ha sorprendido gratísimamente dedicando todo un año a rememorar a san Pablo y su obra evangelizadora (Año Paulino), al que siguió inmediatamente la celebración del Año Sacerdotal, con motivo del 150 aniversario de la marcha al Cielo de san Juan María Vianney, el santo Cura de Ars.
También hemos gozado sobremanera viendo cómo el Papa, pese a su edad, se ha volcado en solicitud pastoral por la Iglesia, viajando a diversos Continentes y visitando numerosas Naciones. Así, entre otras cosas, estuvo en España con ocasión de la celebración del Encuentro Internacional de las Familias, en Valencia. Y lo esperamos en breve, tanto en Santiago de Compostela como en Barcelona.
La entrega pastoral de Benedicto XVI es admirable, como admirable fue el Pontificado el Juan Pablo II. El Papa, venido de tierras alemanas, está afrontando cuestiones de primer orden en la vida pastoral de la Iglesia, en orden a su futuro. Tales son el ecumenismo y las misiones, igualmente la nueva evangelización, que exige un notable esfuerzo, para lo cual ha constituido recientemente un dicasterio romano, que tendrá la categoría de Pontificio Consejo.
Evidentemente, Benedicto XVI está pisando sobre las huellas del Papa Wojtyla.
El objetivo es claro y patente: fortalecer a la Iglesia y prepararla cara a los desafíos pastorales que se dibujan en el horizonte del tercer milenio. Todo ello en continuidad con la Tradición de la Iglesia y la renovación pastoral impulsada por el concilio Vaticano II.
Y así como Juan Pablo II manifestara en cierta ocasión que ´los sacerdotes constituyen mi principal preocupación´, dando muestras sobradas de ello en sus discursos y encuentros con los sacerdotes de los cinco continentes (además de la Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis y del Directorio para la vida y ministerio de los presbíteros), también el Papa actual, Benedicto XVI, se está volcando con todas sus energías en solicitud por los presbíteros.
Buena muestra de ello es que haya dedicado todo un año a tratar e impulsar la vida de los sacerdotes: Año Sacerdotal. Un año que ha sido pródigo en encuentros con los sacerdotes, también en sus discursos y desvelos pastorales. Pero también –hay que reconocerlo- salpicado por los innumerables casos de pederastia, protagonizados por sacerdotes, habidos por doquier…
Este ha sido un escándalo que, ciertamente, ha ensombrecido la celebración del Año Sacerdotal. Y es que como, comentara el mismo Pontífice al clausurarlo, siendo que los sacerdotes traen tanta luz al mundo –la luz de Cristo, en quien han sido transformados por el Sacramento-, el príncipe del mal y las tinieblas del mundo han intentado ensombrecerla, cuando no apagarla… Intento –lo sabemos bien- vano.
En efecto, el sacerdocio católico, continuación del sacerdocio de Cristo para salvación de los hombres, ha salido fortalecido con nuevo esplendor. Y la semilla depositada (tantas celebraciones litúrgicas, discursos, reflexiones, oración y penitencia…) no quedarán estériles: El Señor de la Viña, a buen seguro, hará germinar un fruto cuajado y maduro, aunque nosotros, los humanos, no conozcamos los tiempos ni los designios de Dios…
Haciéndonos eco, pues, de todo esto, hemos querido ofrecer a los lectores este libro: El Papa nos habla en el Año Sacerdotal. Recogemos los discursos y homilías pronunciadas por Benedicto XVI, además de algunos otros apuntes recogidos anteriormente sobre sus enseñanzas sacerdotales durante el pontificado.
Como bien podrá advertir el lector, leyendo, reflexionando y orando a partir de este caudal doctrinal y espiritual, sobre el sacerdocio y la vida de los presbíteros, ¡uno no puede menos que admirarse por el tesoro inconmensurable de gracia y santidad, que Jesucristo nos ha otorgado en el sacerdocio!... Los que son sacerdotes –por gracia de Dios y contando con su generosa correspondencia-, no pueden menos que asombrarse, sin cesar, considerando cuánto han recibido de Dios: el sacerdote es otro Cristo, el mismo Cristo. Y su misión en la tierra es perpetuar la obra salvífica del Señor en favor de los hombres, principalmente por medio del sacramento de la Penitencia y la celebración de la Sagrada Eucaristía.
Si a tan elevado orden han sido elevados los sacerdotes, ¿cómo no admirarse, cómo no vivir entusiasmados?... ¡Sí!, ¿cómo no saberse los más dichosos de los hombres?... En efecto, ¡nada tan grande en la tierra como ser sacerdote del Señor!...
Y si esto es así –cuando hoy la Iglesia experimenta tan gran sequía de vocaciones sacerdotales-, siendo que muchos jóvenes buscan un ideal grande en el que gastar la vida, ¿cómo no considerar la posibilidad de ser sacerdote?... ¿Quién podrá darles más que Jesucristo?...
Vertiente esta que también podrán considerar tantos jóvenes que deambulan sin rumbo en medio del mundo moderno: vidas, muchas veces, mal empleadas, mal gastadas… ¡Son tantos los jóvenes que lapidan vanamente la vida!... Quizá algunos estén sufriendo ya una pronta decrepitud (cuando todavía no han pasado de los veinte o de los treinta años de edad…)…
Si muchos de estos jóvenes consideraran la posibilidad de que Jesús les está llamando, ¿cómo no entusiasmarse, para darle un pronto sí?... Recuerdo que, en cierta ocasión, comenté: “Si los jóvenes de hoy supieran la grandeza de ser sacerdote, muchos de ellos se volverían locos por entrar en el seminario”... ¡Esperemos que algunos, muchos, tengan la fuerza necesaria para entregarse.
Mientras tanto, los que hemos recibido el tesoro de ser sacerdotes, ¡luchemos con todo afán por alcanzar la santidad!, siendo muy fieles al Señor y a su Iglesia, además de apóstoles celosos por la salvación de los hombres, y por su dicha y felicidad en la tierra. Sirva a este propósito el presente libro.
AÑO SACERDOTAL
I. NAUGURACIÓN DEL AÑO SACERDOTAL, 19-6-2009.
Amor compasivo de Dios para con los hombres
Inauguración del Año sacerdotal: santificación de los sacerdotes
Los sacerdotes, llamados al amor y al servicio
Dejarse conquistar por Cristo: cooperar con Él en la salvación
¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!...
II. AÑO SACERDOTAL, 24-6-2009
El santo Cura de Ars y san Pablo
Finalidad del Año sacerdotal
Comprender el sacerdocio en toda su riqueza
¿Cómo evangelizan los sacerdotes?: servicio a la Palabra
El sacerdote, siervo de Cristo
III. PARA CELEBRAR EL AÑO SACERDOTAL, 1-7-2009
Finalidad: renovación interior y revigorizar la misión
Seguir el ejemplo del santo Cura de Ars
Identidad y misión del sacerdote
Necesidad de la gracia en la vida sacerdotal
Consagrados para ser testigos de Cristo: Palabra y sacramentos
Vida espiritual y apostólica del presbítero
IV. MARÍA, MADRE DE TODOS LOS SACERDOTES
Dios necesitado del sí de una criatura
María, Madre de los sacerdotes
V. SAN JUAN EUDES Y LA FORMACIÓN DEL CLERO
Figura importante en la formación del clero
Maestro de santidad: Corazón de Jesús y Corazón de María
Importancia de la formación del seminario
VI. SAN BUENAVENTURA
Pospuso lo temporal a lo espiritual
Enseñanza espiritual
Buscó a Dios con todas sus fuerzas: virtudes teologales
Contemplar y alabar a Dios a través del mundo creado
Mensajero de esperanza
VII. OBISPOS Y SACERDOTES
Obispos y sacerdotes, compromiso mutuo
Permanecer con el Señor
Celebrar la Eucaristía, Liturgia de las Horas y Rosario
VIII. SAN JUAN LEONARDI
Datos biográficos
Actividad pastoral del joven sacerdote
Impulsor de la renovación de la Iglesia
Su mensaje para nuestro tiempo: Cristo ante todo
Descubrir a Cristo en su Iglesia: amarla y reformarla
IX. SAN FRANCISCO DE ASÍS
Grandeza de san Francisco: llamado a reparar la Iglesia
Su entrega a Dios: vivir en la comunión de la Iglesia
Desarrollo de la Orden franciscana
Vida mística y muerte santa
Admiración ante el misterio eucarístico: grandeza del sacerdote
Fraternidad universal y amor a la creación
Virtudes excelsas y amor a María
X. SANTO DOMINGO DE GUZMÁN
Nacimiento: hombre entregado por entero a Dios y al prójimo
Sacerdote: para servir a Dios y a los hombres
Celoso apóstol de Cristo: Orden de Predicadores
Legado histórico
XI. SAN ANTONIO DE PADUA
Santo eminentemente popular
Predicador de renombre y maestro de oración
Centrado en el amor de Dios
Teología cristocéntrica
Referente para la vida de los sacerdotes
XII. MINISTERIO ORDENADO
Triple oficio sacerdotal, haciendo presente a Cristo
XIII. ENCUENTRO CON EL CLERO DE ROMA
Jesucristo, Rey y Sacerdote
El sacerdote, mediador entre Dios y los hombres: tomado por Él
El sacerdote como hombre
Cómo vivió el Señor su solidaridad con los hombres
Ser sacerdotes por el sufrimiento pastoral y la obediencia
Identificarnos con la voluntad de Dios: ser nosotros mismos
Jesús fue escuchado en su oración
Sacerdote según el rito de Melquisedec: celebrar la Eucaristía
XIV. VISITA AL PONTIFICIO SEMINARIO ROMANO MAYOR
Permanecer en el amor de Jesús
Para obrar en Cristo, como Cristo
Obrar desde Cristo en el Espíritu Santo
Elevados a la dignidad de amigos de Dios: Dios es amor
Conocemos la verdad de Dios: ¡se ha entregado por nosotros!
Vivir en la justicia y en el amor de Dios
La oración cristiana: Dios nos da al Espíritu Santo
Qué debemos pedir, cómo debemos orar
XV. IDENTIDAD DEL SACERDOTE
Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote: su identidad
Identidad del sacerdote en continuidad eclesial: no es un agente social
Desarrollar el carisma profético en fidelidad
Pertenencia ontológica a Cristo: el carisma del celibato
¡Ser sacerdotes de verdad, y nada más!
XVI. EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA EN LA VIDA DEL PRESBÍSTERO
Centro de las preocupaciones pastorales del sacerdote: celo pastoral
Urgencia actual de este ministerio: pérdida del sentido de Dios y del pecado
Ante la crisis actual del Sacramento, volver al confesionario
Promover el diálogo de la salvación: grandeza del Sacramento
XVII. SACERDOTES: MUNUS DOCENDI
El sacerdote representa a Cristo, siempre presente en su Iglesia
Importancia de la enseñanza sacerdotal, luz de Cristo
El sacerdote no inventa su enseñanza
Anunciadores de la verdad de la fe: fuentes principales
XVIII. SAN LEONARDO MURIALDO Y SAN JUAN BENITO COTTOLENGO
San Leonardo Murialdo: cómo descubrió la vocación sacerdotal
Espiritualidad centrada en el amor misericordioso de Dios
Sacerdote para continuar la obra de la redención
San José Benito Cottolengo, llamado a una misión especial
Fundador, al servicio de la caridad
XIX. MUNUS SANCTIFICANDI
¿Quién es Santo y qué es santificar?
¿Cómo santifica el sacerdote?
Sobre el primado de la evangelización…
Para salvar a los hombres
Importancia de los sacramentos en la vida de la Iglesia
Vivir con alegría la liturgia y el culto: Penitencia y Eucaristía
XX. MUNUS REGENDI
Pastoreado por Cristo, constituido en pastor de la Iglesia
XXI. JESUCRISTO: SACERDOCIO Y EUCARISTÍA
Relación estrecha entre sacerdocio y Eucaristía
El sacerdocio de Cristo y su carácter mesiánico: ofreció la Eucaristía
Cristo, obediente en todo al Padre: Sacerdote según el rito de Melquisedec
Cristo sufrió por nosotros: valor de la obediencia
Cristo, Sacerdote por estar lleno del Espíritu Santo: la fuerza del amor
XXII. CLAUSURA DEL AÑO SACERDOTAL
Las dificultades de ser párroco: prioridades pastorales
Ante ciertas corrientes teológicas: conocer a Dios más por el amor que por la razón. Criterio de discernimiento: el Catecismo de la Iglesia católica
El celibato, abrazado por amor e identificados con Cristo: hacia el futuro de la resurrección
Vivir la centralidad de la Eucaristía: amor que se derrama para con los demás
Ante la escasez de vocaciones sacerdotales, ¿qué podemos hacer?
XXIII. HOMILÍA EN LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
El sacerdocio no es un simple oficio: es un sacramento. Audacia de Dios al llamarnos al sacerdocio: alegría por este don
El demonio, enemigo del sacerdocio
El sacerdocio, don del Corazón de Cristo: Dios se ocupa del hombre y del mundo
Solicitud de los sacerdotes por los hombres
Dios nos muestra cómo ser hombres
El sacerdote acompaña a los hombres en la muerte, en las pruebas y tentaciones de la vida
Alegría por vivir con el Señor y celebrar la Eucaristía
El Corazón de Cristo, fuente de vida: también el cristiano
ANEXO I
ENSEÑANZAS SACERDOTALES ANTERIORES AL AÑO SACERDOTAL
1. La vida del sacerdote ha de tener forma eucarística
2. Crisis de identidad superada: vacío espiritual en el mundo
3. Transmitir a Cristo, no a sí mismos
4. Cumplir la voluntad de Dios
5. Don para la Iglesia
6. Obediencia sacerdotal: razón
7. Necesidad de la oración: razón de la carga pastoral
8. La oración, prioridad pastoral
9. Comunión y misión, unidad y evangelización
10. Identidad del sacerdote: no secular o civil, sino sobrenatural
11. Quién gobierna en la Iglesia: el Sacramento
12. Grandeza del sacerdocio
13. Confiarse a las manos de Dios
14. Servir al amor
15. Oración: no activismo
16. No pretender subir en la Iglesia, sino cargar con la cruz
17. Celebrar la Eucaristía diaria: significado Bajo el Corazón de Cristo
18. Llevar a los hombres a Cristo
19. Llevar a los hombres a Cristo
20. No al arribismo, subir por medio de la cruz
21. Ponerse en manos de Cristo
22. Aprender de Jesús y adorar: sacerdotes santos
23. Esenciales en la Iglesia
24. Importancia de la Liturgia de las horas
25. Celebrar la Misa en unión con Cristo
26. Cómo rezar la Liturgia de las Horas
27. Importancia de celebrar la misa diariamente
28. Reparar escándalos de abusos sexuales
29. Necesidad del sacerdote y colaboradores laicos
30. Colaboración con laicos en la Liturgia
31. Hombres de Dios, su heredad
32. Visión geocéntrica, razón de todo
33. Vivir la Misa diaria y la Liturgia de las Horas
34. Actuar como servidores en la liturgia
35. Espiritualidad eucarística: celebración diaria de la misa
36. Actitud interior en el sacramento de la Penitencia
37. Compromiso del sacerdote en el sacramento de la Penitencia
38. Disponibilidad para servir a Cristo
39. Revestidos de Cristo, para actuar in persona Christi
40. Condiciones que se requieren: pureza, fe y doctrina
41. Al servicio de la Iglesia, no de proyectos nacionalistas
42. Valor del testimonio sacerdotal
43. Vivir centrados en Dios
44. Estructurar espiritualmente la vida
45. Vida de oración y vida sacramental, prioridad pastoral
46. Formación: humana y afectiva, importancia
47. Celebrando Misa es Cristo
48. Formación teológica ecuménica
49. Realizar la unidad en la comunión
50. Realizar todo en espíritu de oración
51. La oración, gran prioridad
52. Curar las almas
53. Anunciadores del Reino de Dios
54. Sacerdotes fidei donum: comunión entre las Iglesias
55. No somos pobres: examinarse para ver cómo serlo
56. Vivir el celibato como servicio al Reino, en la relación con los demás
57. No anteponer nada al Oficio divino
58. Los sacerdotes deberían ser antes que nada personas espirituales
59. Los Obispos deben sostener a los sacerdotes
60. No dejarse llevar por novedades: ofrecer respuestas evangélicas
61. Los sacerdotes deben actuar también como diáconos
62. Relaciones con Obispos, que han de ser padres y maestros
63. No rebajar el celo sacerdotal
64. Vivir en la presencia del Señor, para el Señor
65. Vigilar atentos en favor del rebaño de Cristo
66. Servir en la liturgia
67. Oración y escucha de la Palabra
68. Familiaridad con Dios, pero sin rutina ni acostumbramiento
69. Vivir la libertad compartida con Dios y los hombres: cumplir su voluntad
70. Ante los casos de sacerdotes pederastas
71. Responsabilidad por pederastia: purificación de la Iglesia
72. Compromiso educativo
73. No ceder a la tentación: pesimismo, frustración...
74. Palabras de aliento por los casos de pederastia
75. Misión: anunciar el Evangelio, dar la verdadera alegría
76. Ordenación: encuentro de dos libertades, volver siempre a ello
77. Participar de la vida trinitaria guardando los mandamientos
78. Glorificar a Dios, ser amigos de Él: fuente de esperanza
79. La política no es misión del clero
80. Principales catequistas
81. Los pastores, deben valorar los movimientos eclesiales
82. Cómo despertar vocaciones al sacerdocio
83. Consagrados totalmente a Cristo
84. Oración constante, fe fuerte: es la prioridad
85. Importancia del servicio ministerial
86. Sembradores de esperanza: trato con los Obispos
87. Necesidad de la formación permanente
88. Escasez de sacerdotes y unidades pastorales
89. Fraternidad y ayuda entre sacerdotes
90. Dispuestos a dar la vida por Cristo
91. Esenciales en la Iglesia: tarea no delegable
92. Vocación sacerdotal, misión sublime
93. Grandeza del sacerdote, instrumento del Espíritu Santo
94. Tener cultura moderna y experiencia de fe
95. Identidad misionera, esencial al presbítero
96. La existencia del sacerdote es misionera
97. Comunión, jerárquica y doctrinal del sacerdote
98. Formación permanente: doctrinal y espiritual
99. Mostrarse sacerdote a todos los niveles
100. Cómo deben ser las relaciones de los Obispos con los sacerdotes
101. Cómo han de ser los sacerdotes en cuanto servidores
102. Servicio sacerdotal: paternidad espiritual
103. Celebrar la Eucaristía como servidores de Cristo y de los hombres
104. Misión: perpetuar la celebración de la Eucaristía
105. Realizar confiadamente el ministerio
106. Jesús ora por la santidad de los sacerdotes
107. Segregados del mundo, sacrificados, para Dios en favor de sus hermanos
108. Consagrados en la verdad por la Palabra
109. Consagrados en la verdad: perderse a sí mismos
110. Orar: vivir inmersos en la verdad
111. Vivir en la verdad: no a la mentira del mundo
112. Ser transformados en Cristo
113. El apóstol lo es en referencia a Jesús
114. Apóstol en la cruz
115. Correr la misma suerte que el Señor
116. El mundo no nos escucha ni quiere escucharnos
117. No mundanizarse
118. Dar la vida por las ovejas
119. Vida de oración: entregar la vida por las ovejas
120. Ser Eucaristía
ANEXO II
CARTA PARA LA CONVOCACIÓN DE UN AÑO SACERDOTAL CON OCASIÓN DEL 150 ANIVERSARIO DEL DIES NATALIS DEL SANTO CURA DE ARS
1. El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús: sufrimientos de los sacerdotes
2. Sufrimiento de la Iglesia por los sacerdotes: grandeza sobrenatural
3. Identificarse con Cristo, con el propio ministerio
4. Santo Cura de Ars, ejemplo de vida cristiana
5. Solicitud pastoral por el sacramento de la Penitencia
6. San Juan María Vianney, pastor celoso e infatigable
7. Cómo han de ser los sacerdotes hoy: vivir los consejos evangélicos
8. Ante la nueva primavera de la Iglesia, acoger los Movimientos y Comunidades eclesiales
9. Caminar hacia la santidad de la mano de María
ANEXO III
TEXTOS COMPLEMENTARIOS DURANTE EL AÑO SACERDOTAL
1. El don del sacerdocio, fruto del Corazón de Jesús
2. Dejarse conquistar por Cristo
3. Cuidar el estudio y la ciencia del amor
4. Volver al Corazón de Cristo
5. Comprenderemos el sacerdocio en el Cielo: responsabilidad
6. Dios está presente, escondido, en el sacerdote
7. Dos concepciones sobre el sacerdocio, complementarias
8. El ministerio de la evangelización en los sacerdotes
9. Responsabilidad y vida interior
10. Comprender el sacerdocio en toda su riqueza
11. ¿Cómo evangelizan los sacerdotes?: servicio a la Palabra
12. El sacerdote, siervo de Cristo
13. ¿Qué es ser sacerdote?: Cuidar a los hombres desde Dios
14. Pastor: cuidar de los fieles
15. Ser modelos para el pueblo creyente
16. Identidad y misión del sacerdote
17. Necesidad de la gracia en la vida sacerdotal
18. Consagrados para ser testigos de Cristo: Palabra y sacramentos
19. Vida espiritual y apostólica del presbítero
20. Año sacerdotal, impulso a la pastoral vocacional
21. El sacerdote debe morir a sí mismo, como el trigo...
22. Cómo se realiza el sacramento, obra de Dios
23. Llamados para servir, como el Señor
24. Servicio pastoral: fidelidad
25. Servicio pastoral: prudencia
26. Servicio pastoral: bondad
27. No confundir la misión de laicos y sacerdotes
28. La escasez de clero no da mayor relieve al laicado
29. Tarea esencial e insustituible en la Iglesia
30. Compromiso del sacerdote con el Obispo
31. Permanecer con el Señor
32. Celebrar la Eucaristía, Liturgia de las Horas y Rosario
33. Sacerdotes celosos del sacramento de la Penitencia
34. Humildad del servicio del santo Cura de Ars
35. Sacerdotes, ser amigos de Dios: disponibles a los hombres
36. El sacerdote es otro Cristo
37. Acoger la llamada divina con humildad y confianza
38. Para despertar la conversión de los pecadores
39. Enfermos y sacerdotes: importancia de la pastoral de enfermos
40. Estar por encima de cuestiones temporales
41. Llamamiento a los sacerdotes por abusos de pederastia
42. Llamamiento a los sacerdotes que sufren ante los casos de pederastia
43. Grandeza del don de Dios en el sacerdote santo
44. Sacerdotes para llevar la misericordia de Dios a los hombres
45. Los sacerdotes, hombres de paz
46. Lo que el sacerdote debe enseñar
47. Servidores de la alegría
48. Afán por suscitar vocaciones: recomendaciones
49. No resignarse ante la escasez de sacerdotes
50. El gran enemigo que hemos de temer es el pecado
51. Entregarse por las almas
52. Los Obispos, responsables del crecimiento espiritual de los sacerdotes
53. Usar de las modernas tecnologías de la comunicación
54. Sacerdote, don del Corazón de Cristo
55. Deber de imitar a Cristo
56. No abandonar la grey del Señor, no huir de Oriente Medio