Año Sacedotal

Presentación

    Como todos los pontificados, Benedicto XVI también nos está sorprendiendo muy gratamente, por cierto.

    Quizá, más de uno, se sorprendió un tanto cuando fue elegido para el Supremo Pontificado, habida cuenta su edad tan avanzada. Él mismo fue el primer sorprendido.

    Ya antes de ser elegido, cuando presentara su renuncia a la Prefectura de la Congregación de la Doctrina de la Fe a su predecesor, Juan Pablo II, pensando en vivir retirado en su Baviera natal, sus proyectos eran bien distintos: pensaba proseguir su labor teológica, mientra tuviera fuerzas para ello, además de gustar y cultivar su afición por la música…

    Pero el Señor Jesús, Cabeza de la Iglesia, y el Espíritu Santo, alma que la vivifica, le sorprendieron. En efecto, en los inescrutables designios de Dios fue llamado a ser Sucesor de san Pedro, Príncipe de los Apóstoles y Cabeza visible de la Iglesia fundada por Jesucristo.

    Desde que tomara en sus manos el timón de la Iglesia, el Papa nos ha sorprendido –mejor, regalado- con sendas Encíclicas. La primera, centrada en el amor de Dios para con los hombres, Deus charitas est (25-12-2005). Le siguió Spe salvi (30-11-2007), desplegando el núcleo de la esperanza cristiana. Luego vino Charitas in veritate (29-6-2009), desarrollando lo que es el amor cristiano hacia el prójimo, además de cuestiones sociales (progreso y desarrollo, ecología, solidaridad…).

    También contamos con la Exhortación apostólica Sacramentum Charitatis (22-2-2007), que nos ofrece las tesoros de la liturgia cristiana, especialmente la Sagrada Eucaristía, como fruto de la celebración del Sínodo de Obispos.

    Además de estos tesoros de fe y de sabiduría cristiana, el Papa Benedicto XVI nos ha sorprendido gratísimamente dedicando todo un año a rememorar a san Pablo y su obra evangelizadora (Año Paulino), al que siguió inmediatamente la celebración del Año Sacerdotal, con motivo del 150 aniversario de la marcha al Cielo de san Juan María Vianney, el santo Cura de Ars.

    También hemos gozado sobremanera viendo cómo el Papa, pese a su edad, se ha volcado en solicitud pastoral por la Iglesia, viajando a diversos Continentes y visitando numerosas Naciones. Así, entre otras cosas, estuvo en España con ocasión de la celebración del Encuentro Internacional de las Familias, en Valencia. Y lo esperamos en breve, tanto en Santiago de Compostela como en Barcelona.

    La entrega pastoral de Benedicto XVI es admirable, como admirable fue el Pontificado el Juan Pablo II. El Papa, venido de tierras alemanas, está afrontando cuestiones de primer orden en la vida pastoral de la Iglesia, en orden a su futuro. Tales son el ecumenismo y las misiones, igualmente la nueva evangelización, que exige un notable esfuerzo, para lo cual ha constituido recientemente un dicasterio romano, que tendrá la categoría de Pontificio Consejo.

    Evidentemente, Benedicto XVI está pisando sobre las huellas del Papa Wojtyla.

    El objetivo es claro y patente: fortalecer a la Iglesia y prepararla cara a los desafíos pastorales que se dibujan en el horizonte del tercer milenio. Todo ello en continuidad con la Tradición de la Iglesia y la renovación pastoral impulsada por el concilio Vaticano II.

    Y así como Juan Pablo II manifestara en cierta ocasión que ´los sacerdotes constituyen mi principal preocupación´, dando muestras sobradas de ello en sus discursos y encuentros con los sacerdotes de los cinco continentes (además de la Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis y del Directorio para la vida y ministerio de los presbíteros), también el Papa actual, Benedicto XVI, se está volcando con todas sus energías en solicitud por los presbíteros.

    Buena muestra de ello es que haya dedicado todo un año a tratar e impulsar la vida de los sacerdotes: Año Sacerdotal. Un año que ha sido pródigo en encuentros con los sacerdotes, también en sus discursos y desvelos pastorales. Pero también –hay que reconocerlo- salpicado por los innumerables casos de pederastia, protagonizados por sacerdotes, habidos por doquier…

    Este ha sido un escándalo que, ciertamente, ha ensombrecido la celebración del Año Sacerdotal. Y es que como, comentara el mismo Pontífice al clausurarlo, siendo que los sacerdotes traen tanta luz al mundo –la luz de Cristo, en quien han sido transformados por el Sacramento-, el príncipe del mal y las tinieblas del mundo han intentado ensombrecerla, cuando no apagarla… Intento –lo sabemos bien- vano.

    En efecto, el sacerdocio católico, continuación del sacerdocio de Cristo para salvación de los hombres, ha salido fortalecido con nuevo esplendor. Y la semilla depositada (tantas celebraciones litúrgicas, discursos, reflexiones, oración y penitencia…) no quedarán estériles: El Señor de la Viña, a buen seguro, hará germinar un fruto cuajado y maduro, aunque nosotros, los humanos, no conozcamos los tiempos ni los designios de Dios…

    Haciéndonos eco, pues, de todo esto, hemos querido ofrecer a los lectores este libro: El Papa nos habla en el Año Sacerdotal. Recogemos los discursos y homilías pronunciadas por Benedicto XVI, además de algunos otros apuntes recogidos anteriormente sobre sus enseñanzas sacerdotales durante el pontificado.

    Como bien podrá advertir el lector, leyendo, reflexionando y orando a partir de este caudal doctrinal y espiritual, sobre el sacerdocio y la vida de los presbíteros, ¡uno no puede menos que admirarse por el tesoro inconmensurable de gracia y santidad, que Jesucristo nos ha otorgado en el sacerdocio!... Los que son sacerdotes –por gracia de Dios y contando con su generosa correspondencia-, no pueden menos que asombrarse, sin cesar, considerando cuánto han recibido de Dios: el sacerdote es otro Cristo, el mismo Cristo. Y su misión en la tierra es perpetuar la obra salvífica del Señor en favor de los hombres, principalmente por medio del sacramento de la Penitencia y la celebración de la Sagrada Eucaristía.

    Si a tan elevado orden han sido elevados los sacerdotes, ¿cómo no admirarse, cómo no vivir entusiasmados?... ¡Sí!, ¿cómo no saberse los más dichosos de los hombres?... En efecto, ¡nada tan grande en la tierra como ser sacerdote del Señor!...

    Y si esto es así –cuando hoy la Iglesia experimenta tan gran sequía de vocaciones sacerdotales-, siendo que muchos jóvenes buscan un ideal grande en el que gastar la vida, ¿cómo no considerar la posibilidad de ser sacerdote?... ¿Quién podrá darles más que Jesucristo?...

    Vertiente esta que también podrán considerar tantos jóvenes que deambulan sin rumbo en medio del mundo moderno: vidas, muchas veces, mal empleadas, mal gastadas… ¡Son tantos los jóvenes que lapidan vanamente la vida!... Quizá algunos estén sufriendo ya una pronta decrepitud (cuando todavía no han pasado de los veinte o de los treinta años de edad…)…

    Si muchos de estos jóvenes consideraran la posibilidad de que Jesús les está llamando, ¿cómo no entusiasmarse, para darle un pronto sí?... Recuerdo que, en cierta ocasión, comenté: “Si los jóvenes de hoy supieran la grandeza de ser sacerdote, muchos de ellos se volverían locos por entrar en el seminario”... ¡Esperemos que algunos, muchos, tengan la fuerza necesaria para entregarse.

    Mientras tanto, los que hemos recibido el tesoro de ser sacerdotes, ¡luchemos con todo afán por alcanzar la santidad!, siendo muy fieles al Señor y a su Iglesia, además de apóstoles celosos por la salvación de los hombres, y por su dicha y felicidad en la tierra. Sirva a este propósito el presente libro.

ÍNDICE

AÑO SACERDOTAL

I. NAUGURACIÓN DEL AÑO SACERDOTAL, 19-6-2009.

Amor compasivo de Dios para con los hombres

Inauguración del Año sacerdotal: santificación de los sacerdotes

Los sacerdotes, llamados al amor y al servicio

Dejarse conquistar por Cristo: cooperar con Él en la salvación

¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!...

II. AÑO SACERDOTAL, 24-6-2009

El santo Cura de Ars y san Pablo

Finalidad del Año sacerdotal

Comprender el sacerdocio en toda su riqueza

¿Cómo evangelizan los sacerdotes?: servicio a la Palabra

El sacerdote, siervo de Cristo

III. PARA CELEBRAR EL AÑO SACERDOTAL, 1-7-2009

Finalidad: renovación interior y revigorizar la misión

Seguir el ejemplo del santo Cura de Ars

Identidad y misión del sacerdote

Necesidad de la gracia en la vida sacerdotal

Consagrados para ser testigos de Cristo: Palabra y sacramentos

Vida espiritual y apostólica del presbítero

IV. MARÍA, MADRE DE TODOS LOS SACERDOTES

Dios necesitado del sí de una criatura

María, Madre de los sacerdotes

V. SAN JUAN EUDES Y LA FORMACIÓN DEL CLERO

Figura importante en la formación del clero

Maestro de santidad: Corazón de Jesús y Corazón de María

Importancia de la formación del seminario

VI. SAN BUENAVENTURA

Pospuso lo temporal a lo espiritual

Enseñanza espiritual

Buscó a Dios con todas sus fuerzas: virtudes teologales

Contemplar y alabar a Dios a través del mundo creado

Mensajero de esperanza

VII. OBISPOS Y SACERDOTES

Obispos y sacerdotes, compromiso mutuo

Permanecer con el Señor

Celebrar la Eucaristía, Liturgia de las Horas y Rosario

VIII. SAN JUAN LEONARDI

Datos biográficos

Actividad pastoral del joven sacerdote

Impulsor de la renovación de la Iglesia

Su mensaje para nuestro tiempo: Cristo ante todo

Descubrir a Cristo en su Iglesia: amarla y reformarla

IX. SAN FRANCISCO DE ASÍS

Grandeza de san Francisco: llamado a reparar la Iglesia

Su entrega a Dios: vivir en la comunión de la Iglesia

Desarrollo de la Orden franciscana

Vida mística y muerte santa

Admiración ante el misterio eucarístico: grandeza del sacerdote

Fraternidad universal y amor a la creación

Virtudes excelsas y amor a María

X. SANTO DOMINGO DE GUZMÁN

Nacimiento: hombre entregado por entero a Dios y al prójimo

Sacerdote: para servir a Dios y a los hombres

Celoso apóstol de Cristo: Orden de Predicadores

Legado histórico

XI. SAN ANTONIO DE PADUA

Santo eminentemente popular

Predicador de renombre y maestro de oración

Centrado en el amor de Dios

Teología cristocéntrica

Referente para la vida de los sacerdotes

XII. MINISTERIO ORDENADO

Triple oficio sacerdotal, haciendo presente a Cristo

XIII. ENCUENTRO CON EL CLERO DE ROMA

Jesucristo, Rey y Sacerdote

El sacerdote, mediador entre Dios y los hombres: tomado por Él

El sacerdote como hombre

Cómo vivió el Señor su solidaridad con los hombres

Ser sacerdotes por el sufrimiento pastoral y la obediencia

Identificarnos con la voluntad de Dios: ser nosotros mismos

Jesús fue escuchado en su oración

Sacerdote según el rito de Melquisedec: celebrar la Eucaristía

XIV. VISITA AL PONTIFICIO SEMINARIO ROMANO MAYOR

Permanecer en el amor de Jesús

Para obrar en Cristo, como Cristo

Obrar desde Cristo en el Espíritu Santo

Elevados a la dignidad de amigos de Dios: Dios es amor

Conocemos la verdad de Dios: ¡se ha entregado por nosotros!

Vivir en la justicia y en el amor de Dios

La oración cristiana: Dios nos da al Espíritu Santo

Qué debemos pedir, cómo debemos orar

XV. IDENTIDAD DEL SACERDOTE

Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote: su identidad

Identidad del sacerdote en continuidad eclesial: no es un agente social

Desarrollar el carisma profético en fidelidad

Pertenencia ontológica a Cristo: el carisma del celibato

¡Ser sacerdotes de verdad, y nada más!

XVI. EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA EN LA VIDA DEL PRESBÍSTERO

Centro de las preocupaciones pastorales del sacerdote: celo pastoral

Urgencia actual de este ministerio: pérdida del sentido de Dios y del pecado

Ante la crisis actual del Sacramento, volver al confesionario

Promover el diálogo de la salvación: grandeza del Sacramento

XVII. SACERDOTES: MUNUS DOCENDI

El sacerdote representa a Cristo, siempre presente en su Iglesia

Importancia de la enseñanza sacerdotal, luz de Cristo

El sacerdote no inventa su enseñanza

Anunciadores de la verdad de la fe: fuentes principales

XVIII. SAN LEONARDO MURIALDO Y SAN JUAN BENITO COTTOLENGO

San Leonardo Murialdo: cómo descubrió la vocación sacerdotal

Espiritualidad centrada en el amor misericordioso de Dios

Sacerdote para continuar la obra de la redención

San José Benito Cottolengo, llamado a una misión especial

Fundador, al servicio de la caridad

XIX. MUNUS SANCTIFICANDI

¿Quién es Santo y qué es santificar?

¿Cómo santifica el sacerdote?

Sobre el primado de la evangelización…

Para salvar a los hombres

Importancia de los sacramentos en la vida de la Iglesia

Vivir con alegría la liturgia y el culto: Penitencia y Eucaristía

XX. MUNUS REGENDI

Pastoreado por Cristo, constituido en pastor de la Iglesia

XXI. JESUCRISTO: SACERDOCIO Y EUCARISTÍA

Relación estrecha entre sacerdocio y Eucaristía

El sacerdocio de Cristo y su carácter mesiánico: ofreció la Eucaristía

Cristo, obediente en todo al Padre: Sacerdote según el rito de Melquisedec

Cristo sufrió por nosotros: valor de la obediencia

Cristo, Sacerdote por estar lleno del Espíritu Santo: la fuerza del amor

XXII. CLAUSURA DEL AÑO SACERDOTAL

Las dificultades de ser párroco: prioridades pastorales

Ante ciertas corrientes teológicas: conocer a Dios más por el amor que por la razón. Criterio de discernimiento: el Catecismo de la Iglesia católica

El celibato, abrazado por amor e identificados con Cristo: hacia el futuro de la resurrección

Vivir la centralidad de la Eucaristía: amor que se derrama para con los demás

Ante la escasez de vocaciones sacerdotales, ¿qué podemos hacer?

XXIII. HOMILÍA EN LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El sacerdocio no es un simple oficio: es un sacramento. Audacia de Dios al llamarnos al sacerdocio: alegría por este don

El demonio, enemigo del sacerdocio

El sacerdocio, don del Corazón de Cristo: Dios se ocupa del hombre y del mundo

Solicitud de los sacerdotes por los hombres

Dios nos muestra cómo ser hombres

El sacerdote acompaña a los hombres en la muerte, en las pruebas y tentaciones de la vida

Alegría por vivir con el Señor y celebrar la Eucaristía

El Corazón de Cristo, fuente de vida: también el cristiano

ANEXO I

ENSEÑANZAS SACERDOTALES ANTERIORES AL AÑO SACERDOTAL

1. La vida del sacerdote ha de tener forma eucarística

2. Crisis de identidad superada: vacío espiritual en el mundo

3. Transmitir a Cristo, no a sí mismos

4. Cumplir la voluntad de Dios

5. Don para la Iglesia

6. Obediencia sacerdotal: razón

7. Necesidad de la oración: razón de la carga pastoral

8. La oración, prioridad pastoral

9. Comunión y misión, unidad y evangelización

10. Identidad del sacerdote: no secular o civil, sino sobrenatural

11. Quién gobierna en la Iglesia: el Sacramento

12. Grandeza del sacerdocio

13. Confiarse a las manos de Dios

14. Servir al amor

15. Oración: no activismo

16. No pretender subir en la Iglesia, sino cargar con la cruz

17. Celebrar la Eucaristía diaria: significado Bajo el Corazón de Cristo

18. Llevar a los hombres a Cristo

19. Llevar a los hombres a Cristo

20. No al arribismo, subir por medio de la cruz

21. Ponerse en manos de Cristo

22. Aprender de Jesús y adorar: sacerdotes santos

23. Esenciales en la Iglesia

24. Importancia de la Liturgia de las horas

25. Celebrar la Misa en unión con Cristo

26. Cómo rezar la Liturgia de las Horas

27. Importancia de celebrar la misa diariamente

28. Reparar escándalos de abusos sexuales

29. Necesidad del sacerdote y colaboradores laicos

30. Colaboración con laicos en la Liturgia

31. Hombres de Dios, su heredad

32. Visión geocéntrica, razón de todo

33. Vivir la Misa diaria y la Liturgia de las Horas

34. Actuar como servidores en la liturgia

35. Espiritualidad eucarística: celebración diaria de la misa

36. Actitud interior en el sacramento de la Penitencia

37. Compromiso del sacerdote en el sacramento de la Penitencia

38. Disponibilidad para servir a Cristo

39. Revestidos de Cristo, para actuar in persona Christi

40. Condiciones que se requieren: pureza, fe y doctrina

41. Al servicio de la Iglesia, no de proyectos nacionalistas

42. Valor del testimonio sacerdotal

43. Vivir centrados en Dios

44. Estructurar espiritualmente la vida

45. Vida de oración y vida sacramental, prioridad pastoral

46. Formación: humana y afectiva, importancia

47. Celebrando Misa es Cristo

48. Formación teológica ecuménica

49. Realizar la unidad en la comunión

50. Realizar todo en espíritu de oración

51. La oración, gran prioridad

52. Curar las almas

53. Anunciadores del Reino de Dios

54. Sacerdotes fidei donum: comunión entre las Iglesias

55. No somos pobres: examinarse para ver cómo serlo

56. Vivir el celibato como servicio al Reino, en la relación con los demás

57. No anteponer nada al Oficio divino

58. Los sacerdotes deberían ser antes que nada personas espirituales

59. Los Obispos deben sostener a los sacerdotes

60. No dejarse llevar por novedades: ofrecer respuestas evangélicas

61. Los sacerdotes deben actuar también como diáconos

62. Relaciones con Obispos, que han de ser padres y maestros

63. No rebajar el celo sacerdotal

64. Vivir en la presencia del Señor, para el Señor

65. Vigilar atentos en favor del rebaño de Cristo

66. Servir en la liturgia

67. Oración y escucha de la Palabra

68. Familiaridad con Dios, pero sin rutina ni acostumbramiento

69. Vivir la libertad compartida con Dios y los hombres: cumplir su voluntad

70. Ante los casos de sacerdotes pederastas

71. Responsabilidad por pederastia: purificación de la Iglesia

72. Compromiso educativo

73. No ceder a la tentación: pesimismo, frustración...

74. Palabras de aliento por los casos de pederastia

75. Misión: anunciar el Evangelio, dar la verdadera alegría

76. Ordenación: encuentro de dos libertades, volver siempre a ello

77. Participar de la vida trinitaria guardando los mandamientos

78. Glorificar a Dios, ser amigos de Él: fuente de esperanza

79. La política no es misión del clero

80. Principales catequistas

81. Los pastores, deben valorar los movimientos eclesiales

82. Cómo despertar vocaciones al sacerdocio

83. Consagrados totalmente a Cristo

84. Oración constante, fe fuerte: es la prioridad

85. Importancia del servicio ministerial

86. Sembradores de esperanza: trato con los Obispos

87. Necesidad de la formación permanente

88. Escasez de sacerdotes y unidades pastorales

89. Fraternidad y ayuda entre sacerdotes

90. Dispuestos a dar la vida por Cristo

91. Esenciales en la Iglesia: tarea no delegable

92. Vocación sacerdotal, misión sublime

93. Grandeza del sacerdote, instrumento del Espíritu Santo

94. Tener cultura moderna y experiencia de fe

95. Identidad misionera, esencial al presbítero

96. La existencia del sacerdote es misionera

97. Comunión, jerárquica y doctrinal del sacerdote

98. Formación permanente: doctrinal y espiritual

99. Mostrarse sacerdote a todos los niveles

100. Cómo deben ser las relaciones de los Obispos con los sacerdotes

101. Cómo han de ser los sacerdotes en cuanto servidores

102. Servicio sacerdotal: paternidad espiritual

103. Celebrar la Eucaristía como servidores de Cristo y de los hombres

104. Misión: perpetuar la celebración de la Eucaristía

105. Realizar confiadamente el ministerio

106. Jesús ora por la santidad de los sacerdotes

107. Segregados del mundo, sacrificados, para Dios en favor de sus hermanos

108. Consagrados en la verdad por la Palabra

109. Consagrados en la verdad: perderse a sí mismos

110. Orar: vivir inmersos en la verdad

111. Vivir en la verdad: no a la mentira del mundo

112. Ser transformados en Cristo

113. El apóstol lo es en referencia a Jesús

114. Apóstol en la cruz

115. Correr la misma suerte que el Señor

116. El mundo no nos escucha ni quiere escucharnos

117. No mundanizarse

118. Dar la vida por las ovejas

119. Vida de oración: entregar la vida por las ovejas

120. Ser Eucaristía

ANEXO II

CARTA PARA LA CONVOCACIÓN DE UN AÑO SACERDOTAL CON OCASIÓN DEL 150 ANIVERSARIO DEL DIES NATALIS DEL SANTO CURA DE ARS

1. El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús: sufrimientos de los sacerdotes

2. Sufrimiento de la Iglesia por los sacerdotes: grandeza sobrenatural

3. Identificarse con Cristo, con el propio ministerio

4. Santo Cura de Ars, ejemplo de vida cristiana

5. Solicitud pastoral por el sacramento de la Penitencia

6. San Juan María Vianney, pastor celoso e infatigable

7. Cómo han de ser los sacerdotes hoy: vivir los consejos evangélicos

8. Ante la nueva primavera de la Iglesia, acoger los Movimientos y Comunidades eclesiales

9. Caminar hacia la santidad de la mano de María

ANEXO III

TEXTOS COMPLEMENTARIOS DURANTE EL AÑO SACERDOTAL

1. El don del sacerdocio, fruto del Corazón de Jesús

2. Dejarse conquistar por Cristo

3. Cuidar el estudio y la ciencia del amor

4. Volver al Corazón de Cristo

5. Comprenderemos el sacerdocio en el Cielo: responsabilidad

6. Dios está presente, escondido, en el sacerdote

7. Dos concepciones sobre el sacerdocio, complementarias

8. El ministerio de la evangelización en los sacerdotes

9. Responsabilidad y vida interior

10. Comprender el sacerdocio en toda su riqueza

11. ¿Cómo evangelizan los sacerdotes?: servicio a la Palabra

12. El sacerdote, siervo de Cristo

13. ¿Qué es ser sacerdote?: Cuidar a los hombres desde Dios

14. Pastor: cuidar de los fieles

15. Ser modelos para el pueblo creyente

16. Identidad y misión del sacerdote

17. Necesidad de la gracia en la vida sacerdotal

18. Consagrados para ser testigos de Cristo: Palabra y sacramentos

19. Vida espiritual y apostólica del presbítero

20. Año sacerdotal, impulso a la pastoral vocacional

21. El sacerdote debe morir a sí mismo, como el trigo...

22. Cómo se realiza el sacramento, obra de Dios

23. Llamados para servir, como el Señor

24. Servicio pastoral: fidelidad

25. Servicio pastoral: prudencia

26. Servicio pastoral: bondad

27. No confundir la misión de laicos y sacerdotes

28. La escasez de clero no da mayor relieve al laicado

29. Tarea esencial e insustituible en la Iglesia

30. Compromiso del sacerdote con el Obispo

31. Permanecer con el Señor

32. Celebrar la Eucaristía, Liturgia de las Horas y Rosario

33. Sacerdotes celosos del sacramento de la Penitencia

34. Humildad del servicio del santo Cura de Ars

35. Sacerdotes, ser amigos de Dios: disponibles a los hombres

36. El sacerdote es otro Cristo

37. Acoger la llamada divina con humildad y confianza

38. Para despertar la conversión de los pecadores

39. Enfermos y sacerdotes: importancia de la pastoral de enfermos

40. Estar por encima de cuestiones temporales

41. Llamamiento a los sacerdotes por abusos de pederastia

42. Llamamiento a los sacerdotes que sufren ante los casos de pederastia

43. Grandeza del don de Dios en el sacerdote santo

44. Sacerdotes para llevar la misericordia de Dios a los hombres

45. Los sacerdotes, hombres de paz

46. Lo que el sacerdote debe enseñar

47. Servidores de la alegría

48. Afán por suscitar vocaciones: recomendaciones

49. No resignarse ante la escasez de sacerdotes

50. El gran enemigo que hemos de temer es el pecado

51. Entregarse por las almas

52. Los Obispos, responsables del crecimiento espiritual de los sacerdotes

53. Usar de las modernas tecnologías de la comunicación

54. Sacerdote, don del Corazón de Cristo

55. Deber de imitar a Cristo

56. No abandonar la grey del Señor, no huir de Oriente Medio

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