-----SAN JUAN XXIII, DICCIONARIO DOCTRINAL-----

Presentación

Angelo Giuseppe Roncalli fue elegido Sucesor de san Pedro y Obispo de Roma en el cónclave del 28 de octubre de 1958, cuando contaba 77 años de edad.

Tomó el nombre de Juan por amor y devoción a san Juan Evangelista. Hubo quien comentó en su momento que muchos papas se habían llamado así, pero que tan sólo uno llegó a los altares.

Quien afirmó tal cosa, sin faltar a la verdad, no sabía que Roncalli también sería inscrito en el catálogo de los santos de la Iglesia católica. La gracia de Dios se derramó abundantemente en él, y él mismo –desde sus primeros pasos en el sacerdocio, y aun antes- se había propuesto con toda energía, contando con la ayuda de Dios, esforzarse por ser santo como fuera, ¡al precio que sea!...

En efecto, para descubrir un papa con su nombre que fuera santo, tenemos que regresar en la historia a aquellos tiempos en que todos los papas eran santos, porque acababan siendo mártires...

San Juan I (523-526) nació en Populonia. Fue elegido el 13 de agosto de 523, murió mártir de Cristo el 18 de mayo de 526.

El predecesor homónimo de nuestro Santo fue Juan XXII, que estuvo en el Solio pontificio de los años 1316 al 1334.

Dado que Juan XXIII fue elegido con 77 años de edad, la mayor parte de la gente –sobre todo los periodistas, que les gusta especular con todo y hacer sus vaticinios- consideraba que se trataba de “un papa de transición”…

El mismo Pontífice llegó a considerarlo así, cosa que hacía no sin cierta dosis de buen humor… Comprendía que a esa edad, el ser humano ha recorrido ya un largo camino y que, previsiblemente, no le quedan “muchas horas de vuelo”… De ahí que comentara que le cupo en suerte convocar el Concilio y celebrar una de sus etapas, pero que otro sería el que terminaría los trabajos conciliares… Fue Pablo VI, Giovanni Battista Montini, venido de la archidiócesis de Milán, una de las más importantes del mundo.

Ése, en efecto, era el pensar de los hombres... ¡Pero Dios tiene sus planes!... Y Roncalli, que confiaba grandemente en la Providencia divina, y que siempre estaba atento a las inspiraciones de Dios, se sorprendió cuando a los pocos meses de haber iniciado su ministerio pastoral, el Señor le infundió en el alma la inspiración de convocar un Concilio Ecuménico. Idea que maduró largamente, considerándola con detalle…

Así, en un Discurso a los cardenales presentes en Roma en la Basílica de San Pablo Extramuros (25-1-1959) anunció por vez primera la convocatoria del concilio Vaticano II, que fue inaugurado el 11 de octubre de 1962. Igualmente anunció la celebración del Sínodo Romano y la reforma del Código de Derecho Canónico.

De esta forma lo que, algunos habían considerado iba a ser un pontificado de transición, supuso una fuerte y profunda reforma de la Iglesia católica, a fin de disponerla convenientemente a la novedad de los tiempos actuales, para su mejor y más eficaz servicio a la causa del Evangelio (conocido esto con la palabra que el mismo Juan XXIII acuñara: aggiornamento).

Además –como ya consideramos- el Papa Roncalli fue un hombre extraordinariamente sencillo y humilde. Despertaba por doquier la simpatía de las gentes, dado su porte anciano y carácter bonachón.

Por otra parte, su solicitud por el hombre y su dignidad, el reconocimiento de sus derechos más básicos y fundamentales (los derechos humanos) y su compromiso en las relaciones internacionales en favor de la justicia y de la paz, del desarrollo y dignificación de la vida de todos los hombres… le merecieron un reconocimiento universal.

De ahí sus célebres encíclicas, reconocidas universalmente: Pacem in terris y Mater et magistra. El Papa Juan se comprometió de lleno en favor de la paz en el mundo cuando corrían tiempos de profunda preocupación, pues la amenaza de una guerra nuclear devastadora se cernía sobre la humanidad. Ténganse presentes la guerra fría entre el Este y el Oeste, la crisis de los misiles de Cuba…

De ahí que en Italia –y pienso que en el mundo entero- se le recuerda con el cariñoso apelativo de Il Papa Buono («el papa bueno»).

El papa Francisco lo canonizó el 27 de abril de 2014.

2. Necesaria para santificar el orden temporal: tener espíritu de santificación

10. Naturaleza de este apostolado: cooperación de los seglares con la Jerarquía

31. Razón por la que se introdujo rezar tres veces el gloria después del Angelus Domini

74. Cómo proceder a un desarme real: las conciencias, promover la recíproca confianza

89. Denuncia de la persecución contra la Iglesia y de la infidelidad de algunos de sus hijos: ordenaciones episcopales ilegítimas

99. La Iglesia no teme los avances científicos en favor del hombre y para gloria de Dios

108. Anuncio de convocatoria del Concilio, del Sínodo Romano y reforma del Código de Derecho Canónico

112. Los cristianos deben comprometerse socialmente respetando la naturaleza de lo temporal y observando la ley moral

116. Colaboración de católicos con personas bajo influjo de filosofías e ideologías erradas

119. Anuncio de convocatoria del Concilio, del Sínodo Romano y reforma del Código de Derecho Canónico

123. Importancia del Concilio: legado que dejará en la historia y en la Iglesia

138. Cómo reprimir los errores: mostrar la verdad con caridad, en lugar de condenar

143. La Iglesia siempre sale victoriosa de las acometidas de sus enemigos: fidelidad a la Iglesia

147. No sustraer las realidades humanas al imperio de Dios: respetar sus derechos

192. La Organización de las Naciones Unidas: promover la paz y el respeto de los derechos humanos

194. Principio fundamental: desarrollo económico y progreso social deben ir juntos

202. Cómo reprimir los errores en el Concilio: mostrar la verdad con caridad, no condenar

218. La misión de la Iglesia es sobrenatural, pero no puede desentenderse de las cuestiones que afectan al bien temporal del hombre

232. Orar por el retorno de los hermanos separados a la verdadera fe, a la verdadera Iglesia

245. Compromiso temporal de católicos y no-católicos: respeto y coherencia de fe

263. Trabajadores: derecho a participar en la vida de la empresa, que ha de ser comunidad de personas

276. No mero espectador de la vida económica y civil: debe intervenir en orden a la justicia

299. Solución a los males humanos: sacramento de piedad, signo de unidad y vinculo de caridad

310. No dejarse cautivar por los problemas actuales, olvidando la tradición eclesial

315. Mal que causa la prensa: responsabilidad de los padres. Necesidad de la prensa católica

339. Colaboración de católicos con personas bajo influjo de filosofías e ideologías erradas

362. Paz social se construye sobre el respeto de la dignidad de la persona humana

375. La misión de la Iglesia es sobrenatural, pero no puede desentenderse de las cuestiones que afectan al bien temporal del hombre

380. Colaboración de católicos con personas bajo influjo de filosofías e ideologías erradas

396. La misión de la Iglesia es sobrenatural, pero no puede desentenderse de las cuestiones que afectan al bien temporal del hombre

399. La Iglesia católica asume todos los valores culturales y los perfecciona, pero no se identifica con ninguna cultura

423. Anuncio de convocatoria del Concilio, del Sínodo Romano y reforma del Código de Derecho Canónico

433. Conclusión de la historia del mundo: premiar o no a cada uno según haya su amor al hombre, la práctica de la justicia

438. Principio fundamental: desarrollo económico y el progreso social deben ir juntos

439. No sustraer las realidades humanas al imperio de Dios: respetar sus derechos

441. Compromiso temporal y colaboración con otras personas: fieles a la moral de la Iglesia y a sus directrices

488. Mal que causa la prensa: responsabilidad de los padres. Necesidad de la prensa católica

501. Amor y solicitud por las misiones, medida del pulso católico de una nación

503. Las misiones, tarea apostólica por excelencia: volcarse en ello, redunda en beneficio de las diócesis de antigua tradición

513. No instrumentalizar las misiones para fines políticos: finalidad y espíritu sobrenatural

546. La Iglesia no pretende modificar la realidad de la nación, ni uniformarlas

574. Las naciones ricas en ciertos bienes deben sobrevenir en ayuda de las que no los tienen

597. Los Estados solos no pueden promover al bien común de los pueblos: necesidad de una autoridad mundial

719. Trabajadores: derecho a participar en la vida de la empresa, que ha de ser comunidad de personas

781. La pobreza del santo Cura de Ars: valor y eficacia de la pobreza sacerdotal

784. Santo Cura de Ars obediente a sus superiores por espíritu de fe: fecundidad apostólica

788. Dedicación generosa al sacramento de la Penitencia: pecados mortales y veniales

802. El corazón sacerdotal debe llenarse del amor a Dios por medio de la oración pública y privada

842. Juan XXIII habla de san José cuando fue nombrado Visitador Apostólico en Bulgaria

890. Finalidad de esta devoción: vivir los misterios del altar y conformar así la conducta

918. Formación intelectual sobre el fundamento de la vida espiritual: santo Tomás

923. Seguir al Señor sin componendas: importancia de las virtudes humanas, naturales

935. Anuncio de convocatoria del Concilio, del Sínodo Romano y reforma del Código de Derecho Canónico

946. La sociedad debe configurarse sobre el orden moral y el reconocimiento de Dios

968. Solicitud por los que sufren: el sufrimiento no es bueno, pero puede contribuir a la perfección moral de la persona

1020. El precepto divino sigue vigente. Actual conjuración diabólica contra la verdad