Con fecha 11 de octubre de 1992, Su Santidad Juan Pablo II, publicaba la Constitución apostólica Fidei depositum, por la que confiaba a los fieles católicos, y a todos los hombres de buena voluntad, el Catecismo de la Iglesia católica, como síntesis valiosa y autorizada de la fe de la Iglesia. Como manifestó el Pontífice (Discurso al Congreso Catequístico Internacional, 11-10-2002), el Catecismo "permite conocer y profundizar, de manera positiva y serena, lo que la Iglesia católica cree, celebra, vive y ruega".
Con la publicación del Catecismo, el Santo Padre dio cumplimiento a la petición de los Obispos, reunidos en Sínodo (año 1985), que solicitaron una exposición actualizada de la fe que sirviera eficazmente a la evangelización del hombre moderno, siendo al mismo tiempo señal de identidad de los creyentes. Tras múltiples y diversas consultas, tanto a los Obispos, como a los Superiores Mayores Religiosos y Universidades Católicas, y contando con el parecer de eminentes teólogos y pastoralistas, el Santo Padre confió a los hijos de la Iglesia tan importante documento. Considerando el camino seguido hasta su publicación -como bien reseñó el Sumo Pontífice-, podemos decir, en verdad, que se trata de un acto colegial de la entera Iglesia de Dios.
La importancia y alcance del mismo es vital, pues -como consideró Juan Pablo II en el discurso antes mencionado- "está llamado a convertirse cada vez más en herramienta válida y legítima al servicio de la comunión eclesial, con el grado de autoridad, autenticidad y veracidad que es propio del Magisterio ordinario pontificio". Sin duda alguna, ha de ser instrumento privilegiado en orden a hacer operativa y eficaz la nueva evangelización en que, actualmente, está comprometida la Iglesia.
Valor trascendental del Catecismo si tenemos presente el proceso de progresiva descristianización que marca la hora presente del mundo, así como los desafíos pastorales que interpelan a la Iglesia y a los creyentes. Más teniendo en cuenta, como se ha dado en decir, que el Catecismo de la Iglesia Católica vendría a ser como el último de los documentos del concilio Vaticano II. El Concilio -como bien es sabido- fue clausurado en el año 1965. Con la publicación de los documentos conciliares, se inició en la Iglesia un gran proceso de reforma y actualización de sus instituciones, afectando profundamente al núcleo central de su vida, la sagrada Liturgia.
Fruto de la renovación conciliar fue también la promulgación del Código de Derecho Canónico de la Iglesia Latina (25-1-1983) y, luego, del Código de Cánones de las Iglesias Orientales (18-10-1990). De este modo, el concilio Vaticano II se traducía -por así decir- en forma de lenguaje jurídico, en orden a regular la vida y acción de los fieles en la Iglesia santa. Al publicarse el Catecismo de la Iglesia católica, penetrado como está de las enseñanzas y del espíritu del Concilio, podríamos decir que el Concilio ha venido a enriquecer la fe y la vida de la Iglesia, pues no en vano su celebración y feliz realización constituye una piedra millar más en la construcción de la Iglesia de Cristo..
A resultas de todo esto -y de otros muchos aspectos y realidades que podríamos considerar- se nos impone la gran importancia que tiene el Catecismo en el actual momento de la vida de la Iglesia. Sin duda alguna, constituye una piedra preciosa engastada en el cuerpo eclesial, que está llamada a revitalizar la fe de los creyentes y su dinamismo apostólico.
Este es uno de los grandes objetivos, que ha señalado Juan Pablo II, en orden a que el Catecismo nutra y fecunde la vida de la Iglesia. Es cierto que está llamado a inspirar y orientar la publicación de otros catecismos. Pero sería empequeñecer su influjo si lo redujéramos a esa misión. El Catecismo ha de estar presente en toda la vida de la Iglesia, tanto en la predicación homilética, como en los libros que se publiquen, ya sean de espiritualidad como de exposición doctrinal de la fe. El Catecismo ha de ser fuente recurrente en orden a la oración de los cristianos, tanto a nivel personal como comunitario. Además de no faltar en la biblioteca de ningún hogar cristiano, ha de ser un libro que se consulte a menudo, que se lea y comente en familia, en grupos de oración y de apostolado...
A este respecto, observo con cierta preocupación, que si bien su publicación fue recibida con gran entusiasmo, poco a poco va quedando relegado al olvido, cuando no arrinconado... Por eso no deja de ser llamativo que en orden a promover su divulgación, el Papa encargara al Cardenal Ratzinger la elaboración de un Catecismo que fuera síntesis del ya publicado, en orden a ser mejor conocido y divulgado.
Precisamente en esta línea se inscribe el libro que tenemos la alegría de presentar: El Catecismo de la Iglesia católica meditado. Lejos de nuestro alcance y posibilidades pretender grandes objetivos, ni empeñarnos en grandes metas. No. Nuestra vida transcurre sencilla y corriente. No obstante, fruto de esa vida cristiana y pastoral es el libro que tienes en tus manos.
¿Que cómo ha nacido?... Lo explicaré sencillamente. Todo comenzó de la manera más normal. Como sacerdote, que dirijo un grupo de oración (acostumbro predicar algunas meditaciones ante el Santísimo Sacramento), consideré que era muy interesante, en orden a formar en la fe y enriquecer la vida espiritual de los participantes, leer y meditar acerca de las enseñanzas del Catecismo. Y como me propusieran grabar las meditaciones que pronunciara, así lo hicimos. Luego, con la importantísima colaboración de Susana -a la que estamos inmensamente agradecidos, pues sin su ayuda esto no habría sido posible- se transcribieron las meditaciones. Sólo faltó retocar algunas expresiones, o realizar pequeñas correcciones de estilo, para que resultara el texto que tengo el gusto de ofrecer a tu consideración.
Este libro, pues, es el fruto de ratos de oración pasados ante el Señor, presente en la Sagrada Eucaristía. Su exposición ha sido sencilla y vital, precedida -como es lógico- de cierta preparación. Por ello, sería vano e inútil pretender extraer consecuencias teológicas o aplicaciones pastorales del mismo. El objetivo ha sido más bien humilde, aunque no exento de importancia: Meditar acerca de la fe de la Iglesia, tal como ella la expone autorizadamente, en orden a hacerla vida de nuestras vidas por medio de la oración y de la meditación.
Caso que hallamos logrado nuestro objetivo, aunque sea en pequeña medida, nos daremos por satisfechos. Más todavía, si hubiéramos ayudado a vivir la fe, a encarnarla de verdad en la propia vida, a fin de ser luego apóstoles valientes y audaces de Jesucristo Redentor, única esperanza de los hombres y Salvador nuestro.
ÍNDICE
PRIMERA PARTE:
LA PROFESIÓN DE LA FE
Catecismo, 1:
nn.1-26: El Catecismo, don de Dios a su Iglesia
Importancia del Catecismo
Las cuatro partes en que se divide el Catecismo
Conocer al verdadero Dios: la Verdad de la salvación
Dios ha creado al hombre por amor, para hacerlo feliz: llamado a la vida eterna
Vivir en la presencia de Dios, para Él: participar de su amor
Ante el pecado del hombre, designio salvífico de Dios: Cristo y la Iglesia
Llamada urgente al apostolado: nueva evangelización y catequesis
Significado eclesial del Catecismoe
Catecismo, 2: nn.26-65: Necesitamos de DiosDios se ha dado a conocer: Revelación y acto de fe
El hombre es capaz de conocer a Dios: tendencias secularizantes
Grandeza de la fe: ayudar a redescubrir la fe
Deseo innato de Dios: el hombre, ser religioso
A la búsqueda de Dios: Dios mismo nos busca
Revelación natural y sobrenatural de Dios. La Iglesia servidora de la verdad
Revelación sobrenatural y fe: verdad de Dios, que nos da a Cristo Redentor
Catecismo, 3: nn. 66-95: Las fuentes de la Revelación cristiana
Revelación completa y acabada. Prosigue en la Tradición de la Iglesia
Revelaciones privadas en la Iglesia: valor
La Iglesia depositaria de la Revelación: Escrituras y Tradición
Escritura y Tradición: unión íntima e implicación recíproca
El depósito sagrado: la Iglesia su defensora
La Iglesia, intérprete auténtica de las Escrituras
Relaciones Magisterio y Escritura: dogmas y sentido de fe del pueblo creyente
Catecismo, 4: nn.101-133: El tesoro de las Sagradas EscriturasLa palabra y el Verbo: dones de Dios a los hombres
Palabra y Eucaristía: semejanza y distinción
Hacer vida nuestra la Palabra: formación en la fe. Escritura e Iglesia
La verdad de Dios: Escrituras, Tradición e Iglesia
Para la recta comprensión de las Escrituras
El canon de los libros sagrados: la unidad de las Escrituras y la verdad de la fe
La Palabra de Dios en la vida de la Iglesia y de los fieles
Catecismo, 5: nn. 142-175: El tesoro de la feLa Sagrada Escritura, don del amor de Dios a los hombres: respuesta de fe
Modelos de fe: Abraham y María
El valor de la fe: Dios, garante de su verdad. Crecer en fe: hacer actos de fe
Fe en Dios, en Cristo y en la Trinidad
La fe es un don de Dios, una gracia, y acto humano
Fe y motivos de credibilidad: la certeza de la fe
Fe y conocer: fe y ciencia
Libertad y grandeza de la fe: necesaria para la salvación
Catecismo, 6: nn.185-227: Creo en Dios: Yahvé y Padre DiosEl símbolo de la fe: los artículos del credo
Vivir en sintonía con la fe: coherencia y unidad de vida
Vivir la fe en comunión con la Iglesia
Creer en Dios Padre, en la Trinidad Beatísima. El Creador
Creer en Dios, verdad fundamental
La revelación del misterio de Dios a lo largo de la historia de la salvación
El Nombre de Dios merece respeto: no blasfemar
Cómo es Dios
Cómo ha de ser la vida de los creyentes
Catecismo, 7: nn. 232-248: Revelación del misterio trinitarioRevelación del misterio: el Padre, fuente de la Trinidad. Personas coiguales
Un solo Dios, tres Personas distintas por sus relaciones
Misterio esencial en la fe
Dios es Padre
El Hijo de Dios y distinción de las divinas Personas: tratarlas
Verdad de fe revelada y confesada dogmáticamente por la Iglesia
El Espíritu Santo, Amor increado
Catecismo, 8: nn.249-260: El misterio de la Santísima Trinidad. Grandeza del cristiano: inhabitación
El misterio trinitario, confesado y enseñado por la Iglesia
Vivir la vida cristiana en proyección trinitaria
Distinción de Personas divinas
La gracia de la inhabitación trinitaria, divinización del hombre
Catecismo, 9: nn. 268-314: Dios Todopoderoso y CreadorLos atributos divinos: Dios es todopoderoso, Creador de todo
Creador y gobernador de todo por amor: la misericordia de Dios
El problema del mal: el pecado en el mundo
El misterio de la creación y de la redención de los hombres
Finalidad de la creación y errores creacionistas
Fe-razón, fe-ciencia
Creación, obra de la Trinidad: se apropia al Padre
Verdades creacionistas: la divina Providencia y la existencia del mal
Catecismo, 10, nn. 325-349: Dios, Creador de todoDios creó todo de la nada: lo visible e invisible
¿Quiénes son los ángeles?
La misión de los ángeles: tratarlos con devoción
Dios es creador del mundo visible: creó todo de la nada, sólo Dios crea
Cómo fue la creación: el evolucionismo. Respeto a la creación, ecología
Hombre y mujer, obra cumbre de la creación visible: el mal y santificar el descanso
Catecismo, 11: nn. 353-373: Dios, Creador del hombre y de la mujerHombre y mujer, creados por Dios: igualdad y distinción
Dignidad y grandeza del hombre: amar a Dios
Dignidad de la persona humana: ser persona
Vivir para Dios: ser felices
Para ser hombres en plenitud: seguir e identificarse con Cristo
Ser personal, dotado de alma y cuerpo: dignidad. La muerte
El cuerpo humano merece respeto. Dios crea el alma
Creación de la mujer: relación con el hombre, dignidad e igualdad. El matrimonio
Respetar la obra creadora, también el cuerpo humano
Catecismo, 12: nn. 374-412: El Hombre, de la santidad al pecado: promesa de salvaciónEl hombre y la mujer antes del pecado original: santidad y justicia original
Prueba y caída en el pecado original, raíz de todo pecado
Efectos y consecuencias del pecado original
El misterio del pecado presente en el mundo
El relato del pecado original: la tentación y engaño del demonio
El pecado de los demonios y el pecado de los hombres
La promesa de salvación y el poder de los demonios
Balance del primer pecado, pecado de naturaleza: se transmite a todos
Catecismo, 13, nn. 422-451: Creo en Jesucristo, Hijo único de DiosEl Hijo de Dios hecho Hombre: Encarnación y Redención
Confesar la fe de la Iglesia: su divinidad
La catequesis de la Iglesia: finalidad. Deber de hacer apostolado
El nombre de Jesús, Dios salva
Jesús es el Cristo
Jesús es el Hijo único de Dios. Nuestra filiación
Jesús es el Señor
Catecismo, 14, nn: 456-478: ¿Cómo vino a nosotros el Hijo de Dios: ¿quién es Jesús?Razones por la que el Hijo de Dios bajó del cielo
Para redimir a los hombres
Cristo, Persona divina: verdadero Dios y verdadero hombre
Errores contra la fe
Síntesis preciosa de la fe
Catecismo, 15: nn. 484-507: Cómo se realizó el misterio de la EncarnaciónEl momento de la Encarnación
María concibió virginalmente
La entrega de María al querer de Dios
El fruto de la Encarnación
Significado de María en la vida del cristiano
María, anunciada proféticamente en el Antiguo Testamento
Virtudes de María: entrega total a Dios, fe, obediencia...
María, Madre y Virgen
Catecismo, 16, nn. 512-560: Vida de nuestro Señor JesucristoLa vida de Cristo es un misterio
La vida oculta de Jesús en Nazaret
Cristo revela la verdad de Dios. Es el Redentor
Cristo, don del Padre para nosotros
Cristo es nuestro modelo
Misterios de la vida de Jesús
Cómo fue la vida de Nazaret
Cuando el Señor emprendió su apostolado
Catecismo, 17: nn. 571-591: En Jesús se cumplen las promesasJesús, anunciado proféticamente
En Jesús se cumplen las Escrituras: entregado a la muerte por nosotros
Jesús, despreciado por su pueblo: por amor nuestro
Jesús fue incomprendido y rechazado
Jesús, cumplidor de la Ley, nuevo Legislador: reemplaza a Moisés
El Maestro de Israel
Jesús y el Templo de Jerusalén: nosotros, templos de Dios
Jesús, piedra de escándalo
Jesús declara su Divinidad
Catecismo, 18: nn. 596-618: Jesús murió crucificadoLas insidias contra Jesús
Los responsables de la muerte del Señor: la hostilidad contra los judíos
Los pecadores, causa de la muerte de Jesús: amor a los judíos
La muerte del Señor, redención de los hombres: la predestinación
Cristo se hizo pecado por nosotros
Nos amó hasta el extremo: víctima por nosotros: debemos amar, corresponder
Catecismo, 19: nn. 624-644: Jesús murió y resucitóJesús murió, gustó la muerte por nosotros, por amor
El Señor resucitó, causa de nuestra resurrección
Bajó a los infiernos
Cristo, vencedor del demonio, del pecado y de la muerte: resucitó verdaderamente
Catecismo, 20: nn. 645-667: El Resucitado sube a los cielosLa resurrección del Señor: verdadera y real
La resurrección del Señor, misterio de fe
¿Cómo se produjo la resurrección? Importancia en la vida cristiana
Eficacia de la resurrección de Jesucristo
El Señor sube a los cielos
Nuestra vocación al cielo
El Reino de Cristo ya ha sido instaurado
Catecismo, 21, nn. 668-682: El Señor volverá como JuezLa segunda venida de Jesús, Juez supremo
Cristo, Señor de todo cuanto es
Cristo, Cabeza de la Iglesia: nosotros, llamados a la santidad y al apostolado
Estamos en los últimos tiempos: el Reino de Dios
La Iglesia, Reino de Cristo
Esperando el retorno del Señor: cómo será su Reino
Cuándo será la venida del Señor: signos
El juicio final: Cristo, Señor de la vida eterna
Catecismo, 22: nn. 683-701: Creo en el Espíritu SantoCreer en el Paráclito, tercera Persona de la Santísima Trinidad
El Espíritu Santo en la Revelación de Dios
Verdadero Dios: uno de la Trinidad
Tener trato íntimo con el Espíritu, el Amor
La Iglesia y el cristiano viven de Él: perdón y comunión
Necesario para conocer y amar a Dios, riqueza del cristiano
Encontramos al Espíritu en la Iglesia de Dios: amarla
La misión del Hijo y del Espíritu: unidad
Jesús es Cristo, el "Ungido": los cristianos también
El Nombre del Espíritu Santo
Espíritu de verdad y de fe: símbolos que lo representan
Catecismo, 23: nn. 702-741: Las promesas de Dios y el Espíritu SantoEl Espíritu, presente en la Creación y en los libros sagrados: revelado por Jesús
El Paráclito en la economía de la salvación: patriarcas y profetas
El Espíritu Santo en la plenitud de los tiempos
María, Esposa del Espíritu Santo: maravillas que obró en ella
Cristo, el Ungido del Padre: el Santísimo
La Iglesia, obra del Espíritu: llamados a ser santos
Catecismo, 24: nn. 748-776: Creo en la santa Iglesia católicaCristo, vida de la Iglesia: en Él tiene su razón de ser
Necesidad de la Iglesia para llegar a Dios: creer en la Iglesia, amarla: sus notas
Nombres e imágenes que hacen presente a la Iglesia en la Escritura
El origen de la Iglesia: Dios, la Trinidad Santísima
La Iglesia es divina: responsabilidad del cristiano
Realidad visible y espiritual
Misión de la Iglesia
Sacramento universal de salvación
Catecismo, 25: 781-801: La realidad de la IglesiaLa Iglesia es un misterio sobrenatural, no una realidad meramente humana
La Iglesia es Pueblo de Dios
Triple oficio de sus miembros: sacerdotal, profético y regio
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo
La Iglesia es el Cristo total: persona mística
La Iglesia, Esposa de Cristo y Templo del Espíritu Santo
Catecismo, 26: 811-871: Cómo conocemos la verdadera IglesiaLas notas de la Iglesia: La Iglesia es una
Unidad y universalidad de la Iglesia: dónde se halla presente
Santidad de la Iglesia
Llamados a la santidad
Catolicidad de la Iglesia
Todos los hombres están llamados a formar parte de la Iglesia: pertenecer de verdad
Apostolicidad de la Iglesia
Catecismo, 27: nn. 871-933: Quiénes integran la IglesiaQuiénes son fieles cristianos
Constitución jerárquica de la Iglesia
El triple oficio de la Jerarquía eclesiástica
Fieles laicos
Los laicos, partícipes del triple oficio de Cristo
La vida consagrada en la Iglesia de Dios
Catecismo, 28: nn. 946-972: La comunión de los santos en la IglesiaLa Iglesia, para ser santos y alcanzar la salvación
La Iglesia es la comunión de todos los santos: tres estadios
Comunión en las cosas santas: sacramentos y carismas
La comunión de los santos, de los cristianos: tres estadios
Santidad de la Virgen María: Madre de la Iglesia y Medianera universal de la gracia
Catecismo, 29: nn. 976-1014: Somos perdonados: resucitaremosDios perdona nuestros pecados
Dios perdona en la Iglesia: los sacramentos, el bautismo
El sacramento de la Penitencia
Confianza en el perdón de Dios por medio de su Iglesia
Todos resucitaremos
Hay doble resurrección: para vida o para muerte, premio o castigo
La muerte ya ha sido vencida: afrontarla con esperanza y confianza
Catecismo, 30, nn. 1020-1065: Creo en la vida eternaEstamos de paso... La meta es el cielo
Después de la muerte el juicio particular: premio o castigo
Nuestra meta es el cielo: ¿qué es?, ¿cómo?...
El purgatorio, estado de purificación
El infierno, condena eterna
El juicio universal: confesemos ahora los pecados
Transformación y renovación del universo: la Iglesia, Jerusalén celeste
Nuestro Amen a Dios, unido al de Cristo
La liturgia, celebración de los misterios de la fe
Importancia de la liturgia, de la Iglesia, en la vida del cristiano
¿Qué es la liturgia de la Iglesia?
Amar y participar de los sacramentos
La liturgia, obra de Cristo y de su Iglesia: unirnos a la Trinidad
La liturgia, cumbre y raíz de la vida de la Iglesia
La liturgia, obra de la Trinidad
Catecismo, 32: nn. 1113-1130: El misterio pascual en los sacramentos de la IglesiaLos sacramentos, fruto del misterio pascual de Cristo
Los sacramentos, obra de Cristo y de su Iglesia
Los sacramentos son de la Iglesia, por la Iglesia y para la Iglesia
La Iglesia, comunidad sacerdotal que celebra los sacramentos
Los sacramentos suponen la fe, la celebran y aumentan: ortodoxia en la liturgia
Celebramos la salvación: la otorgan. Eficacia de los sacramentos
Catecismo, 33: nn. 1136-1186: Celebrar la liturgia de la IglesiaLa liturgia, celebraciones de Cristo y de su Iglesia
La Iglesia celebra la liturgia: diversidad de funciones y ministerios
Naturaleza sacramental de la liturgia, al igual que Cristo: los signos
El arte y el canto sagrado
Celebración del domingo y del año litúrgico
El rezo de la liturgia de las horas
Lugar donde se celebra la liturgia: cosas referentes al culto
Catecismo, 34: nn. 1210-1245: Los sacramentos de la Iglesia: el bautismoSiete sacramentos para acompañar la vida del cristiano
El bautismo, fundamento de toda la vida cristiana: efectos
Significado sacramental del bautismo: no se puede reiterar
Gracia inconmensurable de Dios
El bautismo en la economía de la salvación
Celebración del bautismo
Catecismo, 36: nn. 1285-1314: El sacramento de la confirmaciónLlamados a ser santos, testigos y apóstoles de Cristo: defensores de la fe
El sacramento testimoniado en las Escrituras
El rito sacramental
Celebración del sacramento
Los efectos del sacramento
Personas que pueden recibir este sacramento
Catecismo, 37: nn. 1322-1355: La Eucaristía, misterio central de la vida cristianaGrandeza de este sacramento
Fuente y cumbre de la vida eclesial y del cristiano
Anticipa el cielo y compendia nuestra fe
El nombre del sacramento
La Eucaristía en la economía de la salvación
La celebración actual de la Misa
Catecismo, 38, nn. 1356-1405: La Eucaristía, sacrificio y banqueteDimensiones principales de la celebración eucarística
La celebración de la Misa es el mismo Sacrificio de Cristo en la Cruz
También es sacrificio de la Iglesia
La Eucaristía, presencia de Cristo
El misterio de la transubstanciación
Adoración y culto eucarístico
Banquete de los hijos de Dios
Recibir al Señor en gracia, no con pecado grave: sacrilegio
Comulgar con fervor, dignamente: el precepto pascual y dominical
Los frutos de la comunión
Catecismo, 39: nn. 1420-1439: Dios nos cura en el sacramento de la penitenciaSacramentos que curan nuestras debilidades: somos de barro…
Para alcanzar misericordia: reconciliarnos con Dios y con la Iglesia
Los nombres de este sacramento
Razón del sacramento: vencer el mal
Sacramento para la conversión cristiana
La penitencia interior: necesidad
Formas de penitencia en la vida cristiana
Catecismo, 40: nn. 1440-1460: El sacramento de la penitencia y de la reconciliaciónGravedad del pecado: sólo Dios puede perdonarlos
La Iglesia es instrumento de reconciliación: administra el perdón de Dios
Sacramento para los pecadores: pecados mortales y veniales
El sacramento de la penitencia a lo largo de la historia
Estructura del sacramento: los actos del penitente y los actos de la Iglesia
Dolor de los pecados: contrición perfecta e imperfecta
Examen de conciencia: para confesarnos bien
Debemos satisfacer por los pecados cometidos
Catecismo, 41: nn. 1461-1484: Bienes que recibimos en la confesiónEl ministro del sacramento hace presente a Cristo: otorga el perdón
Solicitud pastoral en favor del sacramento y de los fieles
Ministerio pastoral del perdón divino
Los efectos del sacramento
Las indulgencias de la Iglesia, gracias espirituales
La pena eterna por el pecado, la culpa, y la pena temporal
Celebración del sacramento
Catecismo, 42: nn. 1499-1455: La unción de los enfermosSacramento instituido por Cristo: importancia en la vida del hombre
El sacramento a lo largo de la economía de la salvación
La muerte y resurrección del Señor, nuestra victoria
La Iglesia ha recibido la misión de curar
Sacramento de la Iglesia
Quiénes pueden recibir este sacramento: cuándo
Ministros y celebración del sacramento
Efectos del sacramento
Es una gracia personal y eclesial
Catecismo, 43: nn. 1533-1589: El sacramento del ordenSacramento de la comunidad, junto con el matrimonio
Ser sacerdote para servir a los demás
Razón del término Orden
Misión y carácter sagrado del sacerdocio cristiano
El sacramento del orden en la economía de la salvación
El gozo del sacerdocio de Cristo en su Iglesia
Sacerdocio común y sacerdocio ministerial
Naturaleza del sacerdocio ministerial
Los grados del sacerdocio: celebración del sacramento
Catecismo, 44: nn. 1601-1617: El sacramento del matrimonioEs sacramento de la comunidad cristiana
El matrimonio, plan de amor de Dios: el hombre y la mujer, llamados al amor
Realizar el matrimonio conforme al querer divino: evitar sus falsificaciones
El matrimonio después del pecado original
Necesidad de la gracia para vivir la vocación matrimonial
El matrimonio en la Revelación divina
Catecismo, 45: nn. 1618-1658: Virginidad, matrimonio e iglesia domésticaMatrimonio y virginidad, vocaciones de Dios: relación recíproca
La celebración del matrimonio
El consentimiento matrimonial
Preparación a celebrar el matrimonio
Efectos del sacramento
La familia, iglesia doméstica
Catecismo, 46: nn. 1667-1690: Otras celebraciones litúrgicasLos sacramentales
Bendiciones y exorcismos
La religiosidad popular
Las exequias
Grandeza y dignidad del cristiano
Vivir en gracia de Dios
Llamados a la santidad en la vida ordinaria
El cristiano, morada del Espíritu Santo: dar frutos de santidad
Dar testimonio: vivir como auténticos cristianos
Importancia de la catequesis para vivir en cristiano
Dignidad del ser humano: nuestra plenitud en Cristo
El hombre y la mujer, llamados a la vida eterna
Catecismo, 48, nn. 1716-1724: Nuestra vocación a la bienaventuranzaLas bienaventuranzas, en orden a la bienaventuranza eterna
Mandamientos y bienaventuranzas
Las bienaventuranzas del Señor
Importancia de las bienaventuranzas: el deseo humano de felicidad
La dicha eterna, don de Dios: gracia de su amor
Catecismo, 49: nn. 1730-1748: La libertad, dignidad del hombreLibertad humana y moralidad: dependemos de Dios
Nuestra felicidad está en Dios: la verdadera libertad
Concepto auténtico de libertad
La libertad no está en el pecado, sino en la verdad moral
La realización del hombre depende del bien moral
Rectitud moral y conciencia
Libertad y responsabilidad moral
Derecho a ejercer la libertad humana, especialmente la religiosa
Mal ejercicio: pecado original y pecados personales
Amenazas a la libertad: la libertad no es absoluta
Catecismo, 50: nn. 1749-1770: La moralidad del actuar humanoEl obrar humano tiene un alcance moral. Las fuentes de la moralidad
El objeto de elección
La intención en el obrar moral
Las circunstancias en el obrar moral
Obrar moralmente, conforme a la ley de Dios
Los actos intrínsecamente inmorales y la intención al obrar
Las pasiones y la ascesis moral
Catecismo, 51: nn. 1776-1794: La conciencia moralLa conciencia se ordena al bien, a Dios: descubre la ley moral
Don de Dios: se puede deformar por el pecado y el error
Para descubrir la verdad moral: respeto sagrado a las conciencias
Obrar conforme a la conciencia, guiada por la verdad
Dios nos habla por medio de la conciencia: escucharla
El juicio moral de la conciencia: formarla bien, conforme a la verdad
Atención a la propia conciencia. Nadie debe ser coaccionado en su obrar contra conciencia: la religión
Formar rectamente la conciencia
Catecismo, 52: nn. 1803-1832: Las virtudes: cardinales y teologalesConcepto: realizar el bien
Virtudes humanas, importancia
La verdadera prudencia
Justicia para con Dios y el prójimo
Fortaleza ante el mal y la tentación
Templanza en los placeres
Cómo se adquieren las virtudes humanas: la ayuda de la gracia
Virtudes teologales, razón del obrar moral del cristiano
Fe, para creer en Dios y vivir entregados a Él: creer también en la Iglesia
Esperanza para alcanzar el cielo
Caridad, la principal de las virtudes
Los dones y frutos del Espíritu Santo
Catecismo, 53: nn. 1846-1869: El pecadoJesús ha venido a perdonar nuestros pecados, a salvarnos
Tener conciencia de que somos pecadores: importancia
Misión de la Iglesia: exhortar a la conversión, medios
Pecado: concepto, definición
Cristo ha vencido el pecado
Diversidad de pecados y especies de pecados: mortal y venial
La gracia de la conversión
Condiciones para pecar mortal y venialmente
Catecismo, 54: nn. 1877-1917: La persona y la sociedadVocación humana y social de la persona
La sociedad, al servicio de la persona humana
Principios de socialización y subsidiariedad: totalitarismo y democracia
La persona no puede ser maltratada ni explotada: respetar su dignidad y derechos
Vivir la justicia y la caridad social: el auxilio de la gracia de Cristo
La vida social y la autoridad
Autoridad política: elección, Iglesia y acción del cristiano
Legitimación de la autoridad y ley moral
Aprecio de la Iglesia por la democracia y el Estado de derecho
Sociedad, bien común y moralidad: participación política
Catecismo, 55: nn. 1928-1942: La justicia socialImportancia de la justicia en la vida personal y social
La persona humana merece un respeto sagrado: sus derechos
Ejercicio responsable de los derechos humanos, esenciales en el orden social
La violencia injusta: estatal o no
Vivir la caridad social: respetar y amar a todos los hombres
Diversidad e igualdad esencial entre todos los hombres
Promover la justicia y la equidad
La solidaridad interhumana
Catecismo, 56: nn. 1949-1974: La ley moralImportancia de la ley moral para el hombre: don de Dios
Inmutabilidad y bondad de la ley moral: la ley eterna
Jesucristo es la perfección de la ley moral
La ley moral natural
La ley natural es divina: los mandamientos, valor universal
Propiedades o cualidades de la ley moral natural
No se puede alterar la ley natural, ni violarla: atentar contra el hombre
Interior al hombre, razón de su dignidad personal: derechos humanos
La ley mosaica y la ley de Cristo: la ley del Espíritu
Catecismo, 57: nn. 1987-2005: Gracia y justificaciónEl Espíritu Santo nos santifica
La gracia de la justificación
Por la justificación es borrado el pecado y reconciliados con Dios
Los dones que nos ha otorgado Dios: tener vida divina
Cómo se nos ha otorgado la justificación
Debemos corresponder al amor de Dios
La justificación, obra de la gracia
Naturaleza y valor de la gracia
Nuestra disposición a acoger la gracia de Dios, obra de la gracia
Catecismo, 58: nn. 2006-2016: Llamados a la santidadDios nos llama a ser santos, no simplemente buenos
En qué consiste la santidad: podemos ser santos
Los méritos del hombre santo
Las gracias prevenientes en nuestra santificación
Merecemos ante Dios por la caridad: dar gloria a Dios
Predestinados a ser santos: pedir la perseverancia
Catecismo, 59: nn. 2030-2046: La Iglesia, madre y educadoraRealizamos nuestra vocación cristiana en la Iglesia: la comunión
En la Iglesia encontramos los medios necesarios para realizar nuestra vocación
La vida del cristiano ha de tener un carácter moral
La Iglesia anuncia la verdad que salva
Los maestros de la verdad en la Iglesia de Dios
El Magisterio eclesiástico, clases: infalibilidad
Materias en las que la enseñanza de la Iglesia puede ser infalible
Los fieles tienen derecho a la verdad y deben obediencia a la Iglesia
Los mandamientos de la Iglesia
Catecismo, 60: nn. 2052-2074: Los diez mandamientosDeber de observar los mandamientos
Los consejos evangélicos
El Señor inculcó los mandamientos, los consejos y las bienaventuranzas: santidad
El Decálogo divino
La Alianza, los mandamientos: compromiso de amor con Dios
Los mandamientos, exigencias de amor a Dios y al prójimo
Los mandamientos, bien del hombre: condición de humanidad
Vinculan al hombre: deber grave
Catecismo, 61: nn. 2083-2098: Primer mandamiento: I- “Adorarás al Señor tu Dios, y le darás culto”Es el primer deber, frente a las tendencias secularizantes
Dios nos ama y espera nuestro amor
La entrega del hombre a Dios: fe. Evitar los pecados contrarios
Esperanza y temor de Dios: pecados contrarios
El amor a Dios: pecados contra la caridad
Vivir la virtud de la religión: dar culto a Dios, adorarle
Catecismo, 62: nn. 2098-2132: Primer mandamiento: II- “Adorarás al Señor tu Dios, y le darás culto”Dar culto a Dios: deber de justicia y de caridad, debemos adorarle
Orar a Dios: diversas formas o manifestaciones
Vivir la mortificación, la virtud de la penitencia
Promesas y votos hechos a Dios
Presencia social de la religión y libertad religiosa
Rechazo de la superstición y de la irreligión, de la adivinación y de la magia
Pecados de irreligión
El culto cristiano a las imágenes
Catecismo, 63: nn. 2142-2159: Segundo mandamiento: No tomar el nombre de Dios en vanoProhibición divina: el Nombre de Dios es Santo
Gravedad de la blasfemia
Debemos dar testimonio de la fe
No usar mal el Nombre de Dios, ni cuanto a Él se refiere: blasfemias
Tomar el nombre del Señor en vano: jurar en falso, perjurio
El nombre del cristiano: valor
Catecismo, 64: nn. 2168-2188: Tercer mandamiento: Observar el día dedicado a DiosSantificar el sábado, precepto divino a Israel: razones
La enseñanza de Jesucristo acerca del sábado
El domingo cristiano, día del Señor: significado
Importancia del domingo en la vida de la Iglesia y del cristiano
El precepto dominical
Catecismo, 65: nn. 2196-2246: Cuarto mandamiento: Honrarás a tus padresAmar al prójimo: importancia en la moral cristiana
Amar y respetar a los padres: deber sagrado
Deberes que comprende este mandamiento: importancia
El matrimonio y la familia en el plan de Dios
Importancia de la familia cristiana: iglesia doméstica
Iglesia, familia y sociedad
Deberes de los miembros de la familia
La sociedad civil y las autoridades
Catecismo, 66: nn. 2258-2283: Quinto mandamiento: I- No matarásProhibición divina: razón
La muerte injusta de los inocentes
La vida del hombre es sagrada e inviolable: rechazo del homicidio
El recurso a la legítima defensa
La pena de muerte
Diversos atentados a la vida humana: infanticidio, eugenismo, genocidio
El crimen del aborto: gravedad
Reprobación moral de la eutanasia y del suicidio
Catecismo, 67: nn. 2284-2317: Quinto mandamiento: II- Respeto a la dignidad de las personasEl escándalo: gravedad, produce la muerte espiritual
La vida y la salud física de las personas
Templanza en la comida y en la bebida
Los experimentos científicos, médicos y sicológicos: límites morales. Trasplante de órganos
Otros atentados a la dignidad e integridad de las personas
Trabajar en favor de la paz: condena de las guerras y la guerra justa
Catecismo, 68: nn. 2331-2359: Sexto mandamiento: I- No cometerás actos impurosProhibición moral de Dios: adulterio y toda impureza, razón personalista
Dimensión sexual de la persona humana
Jesucristo, restaurador de la pureza en la vida de los hombres
Vocación a la castidad
Evitar la impureza: realizar el esfuerzo necesario
La castidad, valor a vivir por todos
La castidad, amor al prójimo: diversos modos de vivirla
Ofensas y pecados contra la castidad. La homosexualidad
Catecismo, 69: nn. 2360-2391: Sexto mandamiento: II- El amor conyugalLa unión sexual entre los esposos ordenada a la comunión interpersonal
Nobleza y hermosura del amor conyugal
Amor conyugal: unidad entre el elemento unitivo y el generativo
Fecundidad del amor conyugal
Transmisión responsable de la vida: métodos naturales y artificiales
El don del hijo: esterilidad y prácticas deshonestas de reproducción humana
Ofensas contra la dignidad del matrimonio: adulterio, divorcio...
Catecismo, 70: nn. 2401-2449: Séptimo mandamiento: No hurtarásRealizar la justicia y la caridad: propiedad privada y destino universal de los bienes
Derecho a la propiedad privada: límites
Deber de la autoridad frente a la propiedad privada y el bien común
Respeto de las personas y de sus bienes: solidaridad
Prácticas contrarias al respeto debido a los bienes del prójimo
Vivir la justicia en todas sus exigencias
Trabajo, economía y justicia social
Catecismo, 71: nn. 2464-2503: Octavo mandamiento: No dirás falso testimonio ni mentirásPromover la verdad, para asemejarnos a Dios
Vivir en la verdad
Deber moral de buscar la verdad, especialmente la verdad religiosa
Amor a la verdad: evitar algunas desviaciones
Testimoniar la verdad, la fe
El martirio, supremo testimonio de la verdad de la fe
Las ofensas a la verdad: especialmente la mentira
Respetar la verdad: el derecho a la verdad, guardar el secreto debido
Los medios de comunicación social, al servicio de la verdad
Verdad, belleza y arte sacro
Catecismo, 72, nn. 2514-2550: Noveno mandamiento: No consentirás pensamientos impuros. Décimo mandamiento: No codiciarás los bienes ajenosEvitar toda codicia: la de la carne
La concupiscencia
Necesidad de purificar el corazón
El esfuerzo ascético por vivir la pureza
Pudor: corporal y espiritual
Educar en el pudor
No codiciar los bienes del prójimo
Pecados que prohíbe el décimo mandamiento: avaricia y envidia
Desear conforme al Espíritu Santo: desprendimiento y pobreza
Abandono y confianza en Dios: la Providencia: deseos de Dios y del Cielo
¿Qué es la oración?
Humildad para orar: ser mendigos de Dios
Orar confiadamente a Dios, como hijos
La oración, diálogo de amor con el Señor
Orar para vivir en comunión con Dios, divinización del hombre: cumplir su voluntad
La oración de los justos del Antiguo Testamento
La oración de los salmos
Catecismo, 74: nn. 2598-2619: La oración de JesucristoEl drama de la oración, misterio: llamada de Dios y respuesta del hombre, fe
Orar siguiendo el ejemplo del Señor: cumplir la voluntad del Padre
Jesús nos enseña a orar
Las oraciones de Jesús
A ejemplo de Jesús, orar desde la fe
Orar al Padre en Nombre de Cristo
La oración de María, modelo de fe para el que ora
Catecismo, 75: nn. 2623-2643: La oración en la IglesiaEl Espíritu Santo anima la oración de la Iglesia y del cristiano
La oración de los primeros cristianos
Diversas formas de orar: bendición y adoración
La oración de petición
Las oraciones de lamentación y de petición de perdón
Anhelamos la venida del Reino: orar por diversas intenciones
Oración de intercesión
La oración de acción de gracias y de alabanza
Catecismo, 76: nn. 2650-2679: La tradición de la oración: camino a recorrerEl esfuerzo de la oración
El Espíritu Santo no enseña a orar: la oración se hace tradición
Por la oración crece la fe de los cristianos, y la fe de la Iglesia
Cómo nutrir la vida de oración: por el Espíritu Santo, canales por los que nos llega
Tener grandes deseos de amar a Dios
Orar a Dios sin cesar
La Iglesia nos invita a recorrer el camino de oración, con sentido cristiano
Orar en clave trinitaria y mariana: devociones recomendadas
Catecismo, 77: nn. 2683-2719: Maestros y lugares de oración: tener vida de oraciónLos santos, maestros y fuente de vida espiritual
Los servidores de la oración: familia, ministros ordenados, religiosos, catequesis...
La dirección espiritual en la Iglesia y lugares especiales para orar
Orar en todo momento
Tener un programa concreto de oración diaria
Expresiones y modalidades de oración
La oración vocal, fundamental en el cristiano
Importancia de la meditación
Contemplación: unión con el Amado
Catecismo, 78: nn. 2725-2751: El combate de la oraciónDificultad y facilidad para orar
Objeciones actuales contra la oración
Mentalidades contrarias a la oración
Cómo ha de ser nuestra oración
Confianza en la oración: pedir conforme al querer de Dios
Perseverancia en la oración
Catecismo, 79: nn. 2759-2772: La oración del Señor “Padre nuestro”El Señor nos enseña a orar: importancia del Padrenuestro
El Padrenuestro oración dominical: oramos como se debe
Oramos al Padre con el Hijo y movidos por el Espíritu Santo
Oración del Señor y oración de la Iglesia
Importancia del Padrenuestro en la celebración eucarística
Vertiente escatológica de esta oración
Catecismo, 80: nn. 2777-2813: I- El Padrenuestro comentadoPadre nuestro que estás en el cielo
Jesús nos ha dado a conocer al Padre: somos hijos suyos
En Cristo somos hijos adoptivos del Padre
Dios es Padre nuestro: le pertenecemos y nos pertenece, vivir para Él
El cielo, como morada de Dios: nuestro destino
La Iglesia, Pueblo de Dios, sentado en el cielo, que anhela el cielo
Santificado sea tu nombre
Catecismo, 81: nn. 2816-2837: II- El Padrenuestro comentadoVenga a nosotros tu Reino
El Reino de Dios, presente ya en la historia, la trasciende
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo
Jesucristo siempre cumplió la voluntad de Dios: nosotros hemos de hacer igual
Cómo reconocer y cumplir la voluntad de Dios para con nosotros
Danos hoy nuestro pan de cada día
Pedimos los dones de Dos en favor de todos los hombres
Vivir abandonados, con confianza, en las manos de Dios
Remediar las necesidades de todos los hombres: enriquecerlos con el Pan de vida
Catecismo, 82: nn. 2839-2855: III- El Padrenuestro comentadoPerdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
Debemos convertirnos: necesitamos el perdón de Dios
Para ser perdonados tenemos que perdonar
No nos dejes caer en la tentación
No consentir en la tentación
Líbranos del mal
El demonio, enemigo nuestro
Vencer al demonio con la ayuda de Jesucristo y de la Inmaculada
Amén