El primer proyecto sólido del que tenemos constancia documental es el que pergeñó el cantero Juan de la Riva en 1.614 mientras tenía a su cargo la refacción del puente de Logroño. De ahí que el 5 de octubre de ese año, con el beneplácito de todo el Concejo, se brindara a hacer las obras necesarias por 14.000 ducados.

    Ahora bien, esta solución, lejos de ser definitiva, estaba sujeta a fuertes limitaciones, ya que lo que Juan de la Riva proponía era la construcción de unos machones de piedra sobre el mismo lecho del río con el fin de que sirviera de soporte a un simple entramado de tablas. Y es que los fuertes condicionamientos económicos de esos momentos hacían imposible cualquier otro tipo de soluciones mucho más prácticas y duraderas. Por lo que no resulta extraño que en 1.653, tras haberse llevado el puente la crecida y no poder atenderse los campos, se diera licencia para cortar fusta y hacer otro, aunque sólo fuera a título provisional.

    Todo parece indicar que ese puente al que aluden los documentos para confirmar que fue arrastrado por las aguas formaba parte, en realidad, de un interesante proyecto capitalizado por Juan de Setién Venero y un reducido equipo de profesionales de reconocida valía: El 22 de septiembre de 1.629, mientras estaba atendiendo a distintos menesteres de su especialidad en Fuenmayor, este cantero firmaba escritura en Murillo por la que se comprometía a construir la obra de los pilares que se an de azer en los dos rríos de esta uilla, que son en el rrío Leza zinco y en el del rrío Juvera cuatro con arreglo a sus propias trazas y condiciones.

Puente de Río Leza

    En cualquier caso, pasarían muchos años más hasta poder arbitrar unas fórmulas con la suficiente garantía como para permitir una comunicación fluida entre Murillo de Río Leza y Logroño. El 2 de julio de 1.757, por ejemplo, José de Bariñaga asumía el compromiso de edificar y construir vn puente de piedra franca y de toda fortaleza sobre el Río Leza(...), que en la mayor parte de el tiempo su voracidad y crecientes no permite dicho tránsito y navegación por 180.000 reales.

    En la actualidad, sin embargo, son muchas las cosas que han cambiado al respecto. Del puente realizado por José de Bariñaga, por ejemplo, ya no queda nada y los accesos a Murillo de Río Leza pudieron por fin solucionarse con carácter definitivo gracias a dos actuaciones complementarias y sucesivas sobre ambos ríos que se llevaron a efecto en la segunda mitad del siglo pasado por iniciativa estatal. Así pues, en 1865 don Pedro Vereciano alumbraba un proyecto para erigir un puente sobre el río Leza, a base de sillería y mampostería, compuesto de ocho ojos de arcos rebajados que ha aguantado perfectamente las embestidas del agua hasta el día de hoy.

    El puente sobre el Jubera, no obstante, es algunos años posterior. Formado por cinco ojos, fue proyectado en 1.896 por A. Soler y construido por A. Sanzábal siguiendo los mismos criterios que para el anterior.

Puente de Río Jubera

    Al puente sobre el Jubera, se le realizan unas modificaciones que comienzan el 7 de Febrero del 2.004, dándole más anchura y con dos aceras para los peatones. La obra finaliza el 17 de Junio del 2.004.

Puente de Río Jubera

Textos y fotografías extraídas dellibro !GUÍA HISTÓRICO-ARTÍSTICA MURILLO DE RÍO LEZA! autor José Manuel Ramírez Martínez

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